Higinio Medina

Se celebró en el Centro Comercial El Muelle la IV edición del Concurso Timbrado Español Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria organizado por la Asociación Gran Canaria de Canarios de Canto (AGRACANTO) y con la colaboración del Ayuntamiento capitalino y del Instituto Municipal de Deportes. Una de las peculiaridades de este tipo de concursos es precisamente el no contemplar a los ejemplares participantes en jaulas, a modo de exposición, como se pudiera dar dentro de otros aspectos de la canaricultura o en la colombofilia, pues la espectacularidad radica en verlos en acción, por lo que los canarios participantes están en pequeñas jaulas a oscuras hasta el momento de la valoración que el juez va a hacer sobre ellos, es decir los pájaros van a expresarse con sus cantos cuando el criador así lo decida.

Una vez los canarios salen de la más absoluta oscuridad y reciben la luz en la sala preparada al efecto y como si de un escenario se tratara, comienzan a emitir sus melodiosos gorjeos ante la atenta mirada de los asistentes. Durante unos 15/20 minutos el juez, en esta ocasión el internacional Pedro Vallejo Sañudo, analiza las distintas notas tomando como referencia los floreos lentos y variaciones conjuntas en primera instancia, valorando otros aspectos en caso de empate.

En esta edición participaron 113 canarios en la categoría individual y 12 equipos de 4 ejemplares cada uno, en total 161 ejemplares pertenecientes a 32 criadores inscritos en 6 asociaciones entre los que se encontraban, además de la representación canaria, canaricultores gallegos y onubenses.

El acto de entrega de premios contó con la presencia del Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Carlos Ester, quien hizo entrega de los trofeos a los primeros clasificados de las distintas categorías como colofón a dos jornadas en la que los aficionados disfrutaron de la confraternización y la emoción que todo tipo de competición conlleva.

CURIOSIDADES

En canarias hay aproximadamente unos 90 criadores de canarios de canto y nos encontramos con sociedades en Tenerife y Lanzarote, estando el mayor número de ellos en Gran Canaria con treinta y cuatro. Pero como hemos visto con la participación foránea, la importancia que tiene la canaricultura hace que esté bastante extendida por toda la geografía nacional y fuera de nuestras fronteras; de hecho uno de los participantes, José Manuel Pena, que se había desplazado desde Galicia para la ocasión, nos comentaba que la próxima cita la tendría en un concurso a celebrar en Alemania.

A simple vista podría parecer sencilla esta afición, pero a la gran mayoría se nos puede llegar a esconder la complejidad de la misma, pues podemos hablar de amor a la naturaleza, como podemos hablar de genética, ya que todo parte de nuestro querido canario del monte y como no, de horas y horas de preparación para conseguir la armonía perfecta de un canto timbrado. Valga por ejemplo que por un canario de estas características y dependiendo del criador se pueden llegar a pagar hasta 600 euros, aunque es extendida la costumbre de que un macho que destaque se vaya prestando en época de cría entre canaricultores, pero como nos comentaba Rito Pérez García, miembro de la organización, los pájaros buenos no se pagan, se regalan entre criadores.

Las clasificaciones quedaron de la siguiente forma: