El grancanario fue bestia negra blanquiazul al firmar un hecho inédito marcando los cuatro tantos en un derbi en el Heliodoro
M.B.
Narciso Rodríguez (5 de octubre de 1962, Montaña de Cardones) fue el rey midas del fútbol grancanario y pesadilla de la afición del CD Tenerife. Su gesta inédita en el derbi insular se produjo el 1 de octubre de 1986 cuando, a cita única en la Copa del Rey, anotó cuatro tantos en la victoria más sonada en el estadio Heliodoro Rodríguez López: CD Tenerife, 1-UD Las Palmas, 4. Narciso recibe aún palmaditas en la espalda de todo el oceáno amarillo cuando, en vísperas a cualquier clásico canario, sus goles son recordados:
"Aquel fue un partido inolvidable. El estadio estaba a rebosar porque ellos albergaban la esperanza de eliminar a un Primera División y, encima, al equipo rival de siempre. Pero hicimos un buen partido y a mí me salió todo redondo. Meter cuatro goles es algo anormal en el fútbol, salvo ahora que es capaz de firmarlos Messi porque es un fenómeno fuera de lo común. Entonces estos goles míos tuvieron su importancia pero es que pasados los años siempre los recuerdo con satisfacción y orgullo. No me quedé con el balón del encuentro ya que entonces no se estilaba este gesto, pero me habría gustado tenerlo. En aquella época si intercambiabas una camiseta el club te hacía pagar todo el equipaje. Otro mundo distinto al actual".
El delantero grancanario, que también vivió otros derbis, indica que "a partir de entonces quedé marcado para la afición del Club Deportivo Tenerife. Aquel día ya hubo algunos incidentes que no fueron agradables, especialmente al finalizar cuando una señora mayor no dejó de insultarme durante un largo rato". Valora como uno de los tantos más laboriosos el que fabricó "en una jugada personal desde el centro del campo, superando a los que me salían al paso. Un poco 'a lo Messi', pero con el estilo de Narciso".
La 'pesadilla Narciso' para el Tenerife no terminó ahí. Luego, con la camiseta del Sporting de Gijón, siguió amargando tardes a la hinchada santacrucera: "hay equipos a los que te enfrentas y, por no se qué, suelen salir las cosas bien. A mí me pasada contra el Tenerife. También en Primera, en el Molinón, marqué tres goles en un contundente triunfo 5-2 del Sporting y luego, en el Heliodoro, otra vez anoté el gol del empate 1-1. Allí me tienen crucificado. Ese día nos cayó incluso una radio cuando celebrábamos el tanto en un córner. Alguien que no le gustó lo que estaba viendo y escuchando ... supongo".
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