20 minutos para fabricar un gran gol

El premio al asedio inicial de la UD Las Palmas lo estableció Nauzet. Pero la alegría fue también efímera: apenas duró tres minutos hasta la igualada

M.B.

El definitivo empate en la Nueva Cruz Alta puede disfrazar abundantes momentos del partido en el que Las Palmas fue un líder con personalidad, metido en el terreno de juego de su oponente, con la búsqueda constante de la portería de Nauzet Pérez. No siempre finalizó sus jugadas y en pocas ocasiones con el éxito necesario.

Pero vale para ilustrar esa ambición y esa claridad de ideas el tanto inicial del partido, el 0-1 obra de Nauzet Alemán, que se fraguó en tres movimientos ofensivos de altísima calidad. Momo dirigía el balón de derecha a izquierda pero advirtió que había atasco, cambiando el sentido de la jugada. Eran cuatro amarillos contra ocho defensores y el portero. El zurdo grancanario encontró a su diestra a Roque, marcado de cerca por su par. A la vez que le cedió el balón al teldense, Nauzet inició un interesante movimiento de aparición en el área cruzando entre varios jugadores arlequinados que marcaban en zona. En ese momento se estaba fabricando la oportunidad que él mismo iba a finiquitar.

La virtud de Roque fue impedir la colocación de la defensa. Y lo hizo dándole rapidez al balón con un toque profundo al primer contacto. El cuero rodó hacia el espacio libre, en el área, y allí fue donde conectó con la carrera de Nauzet. Y éste, sin darle reposo al esférico, aprovechó el envío para lanzar un derechazo imparable para el grancanario Nauzet Pérez.

El 0-1 de Las Palmas fue una obra magnífica, donde la superioridad defensiva no supuso obstáculo para locarlizarle a Nauzet el lugar adecuado de remate.

El mal sabor que deja, sin embargo, se debe a que toda esa labor erosiva del equipo de Paco Herrera se resquebrajaba con la primera llegada del Sabadell, al que le costó poco encontrar su propia oportunidad y empatar el partido apenas tres minutos después. Y no fue la única vez que ocurrió en el partido.