Diego Parras

"Este año hice un Máster de sufrimiento"

El nuevo lateral derecho de Las Palmas Atlético espera que el fútbol le compense con un ascenso por los golpes recibidos como jugador del Villa

Manuel Borrego

Diego Marrero Parras (15 de noviembre de 1995) no ha tenido tiempo este verano de subir sus fotos a las redes sociales luciendo palmito, paseándose con gafas de sol o presumiendo de sitios o vehículos. Nada de eso. Porque el lateral diestro fichado por Las Palmas Atlético que procede del Villa de Santa Brígida está en su mundo. Nos lo explica al hacer un hueco en su agenda para atender a los lectores de Tinta Amarilla. "Estoy terminando de estudiar en la Biblioteca, que ha sido el lugar de mis vacaciones, porque ya sólo tengo pendiente un examen. Paso a cuarto de Economía; la cosa va bien".

El joven Parras es un modelo que en el deporte elegido tiene contados imitadores. Está muy ilusionado con todo lo que hace. Y uno de esos proyectos es crearse un nombre en Las Palmas Atlético, con el que desea colaborar a encontrar un ascenso que se le escapó esta pasada temporada siendo miembro del club satauteño. "Tengo muchísimas ganas de empezar en un club tan grande como la Unión Deportiva. Voy a darlo todo, sé que voy a aprender mucho con mis nuevos compañeros. Y espero que el final de la próxima campaña sea diferente a esta. Porque el fútbol me ha dado muchos palos este año. Hice un Máster de sufrimiento".

Se refiere Parras a los golpes anímicos vividos en el tramo final de los encuentros frente al Móstoles, en la Copa Federación, y contra San Sebastián de los Reyes y Elche Ilicitano, en la promoción de ascenso. "No sé cuál fue más duro, en especial de los dos últimos. En ambos acabé llorando como nunca. Quizá el segundo fue peor. Porque cuando nos anularon el gol y quedamos eliminados ya no teníamos otra oportunidad para lograr el ascenso. No tenía palabras para expresar el dolor, pues queríamos subir al Villa a Segunda B después de tanto trabajo bien realizado".

Recuerda que el último gol del Sanse en Matapiñoneras se produjo "a sólo tres minutos del final. Fue muy duro porque nos veíamos ascendidos ya". Y el tanto anulado a Alex Suárez le cogió de frente "y lo primero que hice fue mirar al juez de línea. Cuando me percaté de que tenía el brazo levantado y se iba a anular (luego las imágenes delataron el error arbitral) se me cayó el mundo encima. No sé qué pasó entonces. Fuimos todos a protestar porque ya nos parecía que estaba cometiendo un grave error que nos perjudicó por completo".

Ahora somos más fuertes

Esos episodios ya forman parte de su mochila. "Se aprende mucho de estos sinsabores. Fueron muy duros, tres veces en la misma temporadas. Pero creo que estas cosas te hacen valorar mejor lo que uno realiza y lo que puede conseguir. Por eso espero que el fútbol me compense al final de la temporada próxima y que pueda celebrar, como campeón además, el ascenso con el filial. El fútbol me debe varias. Creo que ahora todos somos más fuertes", sin embargo.

Parras aún no ha tenido tiempo de hablar con su nuevo entrenador, Manuel Márquez, pero se ha mentalizado para cuando ingrese en la dinámica del filial, en apenas un par de semanas. "Voy a un equipo donde, como el Villa, tiene buen gusto por el juego. Y también sé que serán exigentes conmigo en todos los aspectos. Yo mismo lo soy también conmigo. Me gusta esos retos; son los que hará mejorar".

Diego Parras se ha comprometido por dos temporadas con Las Palmas Atlético. Su temporada en el Villa tuvo un vacío de tres meses "a causa de una lesión, después de haber tenido un buen inicio. Por momentos creí que estar tanto tiempo alejado de la competición me podría perjudicar. Pero no fue así; acabé muy bien la temporada".

Sacrificado, responsable y solidario. Esos tres términos son los que dejó en el paladar de los responsables técnicos del Villa de Santa Brígida y los que en breve degustarán en la UD Las Palmas.