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Todo empezó en Afganistán

El sargento del Ejército de Estados Unidos, Oscar Rodríguez, y su esposa Ada cumplen la promesa de venir a ver por dentro a la UD Las Palmas, tras quedar enganchados a los amarillos por el golpe de la promoción de 2014

  • GENTE CON DUENDE
  • 27/07/2016 - 20:55

Manuel Borrego

Oscar Rodríguez y su esposa Ada forman parte de ese entramado a nivel planetario que está atrapado en los episodios pasionales que protagoniza la Unión Deportiva Las Palmas. Él es militar del Ejército de Tierra de Estados Unidos, sargento primero de la división de transportes; jamás ha presenciado un partido de soccer in situ a nivel profesional, no conocía la tierra canaria aunque sí a un pedazo de su gente. Apenas tiene nociones de la navegación histórica del club amarillo, ni de cómo, cuándo, dónde o quién. Hoy es el abonado 9.008, fila 2 de Tribuna, a diez metros del lugar donde se sitúa Miguel Ángel Ramírez y a otros diez de donde se sienta Quique Setién ... Y ahora está en la isla, cumpliendo un sueño, venido expresamente porque "tenía que comprobar cómo es todo esto", explica a los lectores de Tinta Amarilla cuando pisa por primera vez el Estadio de Gran Canaria.

Cuando decimos que la pasión amarilla de Oscar (4 de mayo de 1976, Cayey, Puerto Rico) y de su esposa Ada (30 de mayo de 1996, Cayey) nace del drama es porque tiene una explicación. Él estaba destinado en Afganistán, con las tropas de su país, cuando enlazó amistad con un grupo de españoles que también ejercían en la base de Qala-e-Naw. A tantos kilómetros de distancia, en aquella época, Las Palmas jugaba con Sergio Lobera la promoción de ascenso de 2012-13, perdida frente al Almería. Hubo prórroga y derrota.

De esa pérdida, una primera decepción, nació la simpatía hacia el club grancanario, inducida por su compañero de ruta Florencio Sánchez, conocido en nuestro deporte por ser presidente de la Federación insular de balonmano.

El dolor hizo que las raíces crecieran en él aún más un año después, cuando ya destinado en Alemania (Vilseck) vio a través de internet cómo se le evaporaba un ascenso a los amarillos con el célebre gol del innombrable mexicano Ulises Dávila. Desde entonces, el sargento Oscar es más amarillo que nunca. Reclutó para la causa a sus hijos Kevin (16) y Génesis (9), que desde el hogar de Copperas Cove (Texas) comenzaron a sentirse miembros de la marea de simpatizantes del equipillo.

"Aquel día fue impactante para mí. No había vivido una cosa igual en el deporte. No sabía qué duro podría ser el fútbol. Nos quedamos muy tristes, nos causaba dolor ver a los jugadores y a la gente llorar porque lo tenían tan cerca", rememora. "No puedo explicar lo que sentía ni cómo era imposible parar a aquella gente".

Oscar y Ada comprueban en su visita al Estadio cómo desapareció aquella pista maldita de atletismo. Pregunta cómo y observa todo en una visita guiada; las fotografías de la sala noble, el palco, la zona de tribuna alta, los banquillos nuevos, el escudo, ... e incluso el club. Se hace fotos junto a las imágenes de Valerón porque "es el jugador que más me gusta. También Araujo creo que tiene porvenir". Pero no conoce más en profundidad asuntos relacionados con el equipo, aunque lo seguirá desde la distancia.


La suerte tan esquiva de 2014 fue compensada en 2015. "Lo vivimos también en vivo, desde lejos", afirma siendo ya abonado entonces del club grancanario. "Hubo fiesta en nuestra casa y luego seguimos la que hubo en la ciudad con el equipo", comenta mientras señala una fotografía de Iván de León que refleja cómo estaba la Plaza de la Victoria aquella madrugada del 21 al 22 de junio de 2015. "Nos quedamos a verlo ... El momento del gol de Araujo (al Zaragoza) fue algo que recordaremos toda la vida".

Oscar y Ada se han reencontrado en Gran Canaria con su anfitrión Florencio Sánchez y también sus compañeros de Afganistán Begoña García y Octavio Ortega. Con ellos comienza una ruta que durará varios días mientras la UD les sigue siendo esquiva: Iban a debutar este martes en el Estadio de Maspalomas, para presenciar por primera vez un partido de fútbol, nada menos que un derbi. "Pero el avión tuvo un retraso y no pudimos llegar a tiempo". La siguiente cita posible es el choque del torneo de Maspalomas, frente al Marítimo de Funchal y ya hacen planes para seguir "como amarillos por el mundo" en Alemania. "Darmstadt está a dos horas y media de distancia. ¿El sábado 13 de agosto?. Pues podemos".

Como dijimos, enganchados de por vida.

De derecha a izquierda: Oscar, Ada, Octavio, Begoña y Florencio, este miércoles en el banquillo del Estadio de Gran Canaria (C. Torres)

Fotos: C. Torres

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