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La enfermería del Anexo, como el camarote de los hermanos Marx

Las Palmas Atlético y Villa tuvieron que improvisar un lugar para instruir a sus jugadores en el descanso del partido

  • ENTRE BASTIDORES
  • 23/10/2016 - 14:13

B.P.

Era un domingo en Siete Palmas con hockey, baloncesto y fútbol ... y el caos, posible. Una de las imágenes del día se produjo al descanso del partido entre Las Palmas Atlético y el Villa de Santa Brígida. Los vestuarios del campo auxiliar fueron utilizados por Tarrasa y Taburiente; porque había doble jornada de hockey hierba.

Tanto Israel Quintana como Manuel Márquez, entrenadores del Villa de Santa Brígida y Las Palmas Atlético, se vieron obligados a improvisar un lugar para poder dar instrucciones a sus futbolistas. Los vestuarios asignados a los equipos de fútbol estaban en el estadio de Gran Canaria, pero la ida y vuelta a la instalación mayor recortaba el tiempo de descanso para las dos plantillas. Así que todo se hizo de manera distinta: el Villa utilizó el pasillo del Anexo, mientras toda Las Palmas Atlético ocupó el habitáculo habitual de la enfermería para ordenar ideas y refrescar a los futbolistas. Aquel recinto, de apenas 9 metros cuadrados, estaba más transitado en ese momento que el camarote de los hermanos Marx. Y los dos técnicos expresaban sus ideas casi con audiencia pública. Sólo había que afinar un poco el oído para saber qué tramaba el adversario.

Los colegiados comunicaron a los delegados de los dos conjuntos que esta incidencia la iban a reflejar en el acta del encuentro. Un día u otro, Siete Palmas tendrá una solución. Los componentes de los dos equipos estaban visiblemente enojados por estas circunstancias.

Manuel Márquez sale de la enfermería del Anexo, abarrotada por sus jugadores, tras dar las instrucciones del descanso (C. Torres)

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