Contracrónica

Inmenso Boateng

El delantero berlinés vuelve a ofrecer un caudal ofensivo con su participación en la posición de ariete con el que Las Palmas desarboló al Valencia

Boateng remata en el primer tiempo, con respuesta de Alves. El berlinés se retuerce en el aire para poder conectar con el balón (C. Torres)

B.P.

Quique Setién no quiere abrir un debate sobre la posición y papel de Kevin Prince Boateng en la segunda etapa del campeonato. El técnico lo evitar al valorar que concede las mismas opciones de jugar como nueve a él o a Livaja, un nuevo día en el que el croata tuvo que esperar desde el banquillo.

Pero lo cierto es que una vez más, Boateng se mostró como un delantero diferente a la práctica totalidad de arietes de la Liga española. En la UD Las Palmas no le llegan, por ahora, tantas ocasiones como las que pueda disfrutar Luis Suárez en el FC Barcelona, ni todo el equipo actúa en función de la llegada de CR7 en el Real Madrid. Pero el Príncipe busca esas soluciones con una actitud de predisposición generosa.

El Boateng ariete se mostró una vez más como un jugador inmenso para la UD Las Palmas. Como nueve es más participativo incluso sin balón a cómo se le ha visto en las actuaciones donde partía desde una banda. Fue Boateng un futbolista imprevisible para el Valencia. Y también combativo, imaginativo y letal.

Mostró en este partido toda una gama de registros diferentes, y todos los ganó con nota. Habilitó en profundidad a sus compañeros, con pases entre líneas; soportó de espaldas a Mangala y Garay, metió ganas para el juego aéreo y tocó el balón con muchas intenciones cada vez que se le aproximó al área.

Boateng fue un adversario de dimensión elitista, como pocos; fue un caudal de soluciones para el ataque de los amarillos. Participó en el primer y tercer gol. Señaló los espacios, calculó errores defensivos y remató de cualquier manera, siempre con intención. Enviar un balón a Boateng, aunque sea dado, es garantía de peligro.

Sin duda, hasta que el tiempo se empeñe en demostrar lo contrario, su fútbol y el de la UD Las Palmas han encajado como en luna de miel. Con la sensación de que aún queda mucho por descubrirse mutuamente.

Fotos: C. Torres