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Una decepción con mayúsculas

El Gran Canaria no aparece en los cuartos de final ante el Valencia, que se apoya en su tiro exterior y en el pivot Dubljevic (22 puntos y 11 rebotes) para alcanzar las semifinales en Vitoria

  • COPA DEL REY
  • 17/02/2017 - 19:35
Una decepción con mayúsculas Báez trata de hacerse con un rebote en la lucha bajo los tableros (ACB Photo)

B. Pérez

No hubo sorpresa en esta ocasión. El Gran Canaria cerró su concurso en la fase final de la Copa del Rey de baloncesto en los cuartos de final. El equipo que la pasada temporada había alcanzado la finalísima, esta vez no tuvo opciones ante un Valencia incontestable, que no encontró dificultades para hacerse con el triunfo por su contundencia en las dos zonas y por la tarde gris de los amarillos, que aterrizaron muy tarde en el Buesa Arena cuando ya el pase estaba prácticamente sentenciado. La derrota final fue 88-72, frente a un rival en el que brilló su pivot Dubljevic (22 puntos y 11 rebotes), imparable para los intentos defensivos de los hombres altos del equipo isleño.

Decepcionó el Gran Canaria en un cruce de cuartos de final donde no tuvo posibilidades. Falló durante muchos minutos prácticamente todo: el juego interior en las dos zonas, el tiro exterior e incluso se apreció cierto desánimo en fases de partido en el que el Valencia metió la directa hacia el partido del sábado en el mismo escenario.

Una pesadillla desde el inicio

El partido comenzó a convertirse en una pesadilla desde el salto inicial para el Gran Canaria. Todo empezó por una frágil defensa interior del equipo isleño, una cadena de errores abundantes en el tiro exterior y un Valencia enfrente que estuvo rocoso y que impidió correr a su oponente.

En el primer periodo el Valencia pintó la semifinal con sus colores naranja. No había otro equipo que el de Pedro Martínez. El Gran Canaria no pudo resolver el marcaje al pivot montenegrino Dubljevic (15 puntos y 7 rebortes en el primer tiemp), ni tampoco a su relevo Oriola (10 puntos).

El Valencia se lanzó en el marcador de inmediato, con un Gran Canaria atascado que sólo reaccionaba en algunas penetraciones de McCalebb. En pocos minutos, el equipo naranja gozó de hasta 10 puntos en el marcador (15-5), con una primer brecha que le hizo cambiar la cara a Luis Casimiro. Todo el primer tiempo fue una constante ascensión del equipo de Martínez, que además tenía más paciencia con el balón y acierto en el tiro exterior. Seis supercanastas del Valencia y sólo una de Kuric por el Gran Canaria (8 intentos) también marcaron estas primeros agujeros en el marcador.

Primera brecha

El desfase en el marcador de los amarillos llegó a ser de hasta 19 puntos (43-24) en un primer periodo descorazonador, con un Gran Canaria que estaba roto en defensa y con recursos recortados en ataque, para un final de primer periodo 49-35 cerrado con dos tiros libres convertidos por Hendrix. El Valencia, que había ganado en los dos partidos anteriores de la Liga ACB, no se dejó sorprender. Su ofensiva del primer periodo resultó determinante y marcó el destino del partido de cuartos de final. Además, el equipo de Pedro Martínez mantuvo su nivel de exigencia en defensa, siguió eligiendo la falta y no permitir las contras del Gran Canaria y mantener un más que digno porcentaje de aciertos en sus ofensivas. Elevó a 21 puntos su ventaja (57-46) con un triple de Van Rossom e hizo sentir pronto al Gran Canaria que era una montaña esta vez inaccesible para los de Luis Casimiro.

La máxima renta del Valencia llegó a situarse en 22 puntos (57-35). Pero fue justo en ese momento cuando el Gran Canaria dio un volantazo a su actuación porque metió su primer parcial a favor con signos de reacción. Seguía ofreciendo un bajo nivel en el tiro exterior (1 canasta de 12 intentos), seguía perdiendo el rebote (33 Valencia y 22 Gran Canaria) pero empezaba a correr en el partido encontrando algunas soluciones ofensivas más cerca del aro.

El despertar tardío

El tercer cuarto se cerró con 12 puntos tras la estela del Valencia Basket. La reacción había llegado y era el momento de comprobar si el equipo de Pedro Martínez podría doblegar la rodilla, sin controlar los nervios.

El segundo triple del Gran Canaria llegó a 8 minutos para el final, a través de Pablo Aguilar (64-54). Una canasta posterior de Oliver, recortando dos puntos más, hizo despertar al público vitoriano, que se decantó entonces por el equipo grancanario.

Cuando peor lo pasaba el Valencia, apareció la mano de Guillem Vives anotando 7 puntos consecutivos (7-0), con un parcial que rompió definitivamente el aroma de hazaña de un Gran Canaria que llegó tarde a la Copa. Luis Casimiro había echado el resto en esos instantes, incluso con el mermado Rabaseda en pista, pero ya no había posibilidad de dar alcance a un equipo que no estaba dispuesto a dejarse sorprender.

Alineaciones:

88 Valencia Basket: Vives (12), Rafa Martínez (3), San Emeterio (2), Sikma (6), Dubljevic (22) -equipo inicial-, Diot (3), Van Rossom (8), Sato (7), Oriola (14), Sastre (9), Kravtsov (0) y Thomas (2)

72 Herbalife Gran Canaria: McCalebb (10), Salin (7), O'Neale (4), Báez (4), Pasecniks (12) -inicial-, Hendrix (5), Planinic (4), Paulí (0), Rabaseda (3), Kuric (9), Aguilar (7) y Oliver (7)

Parciales cada diez minutos: 23-17, 49-34, descanso, 62-50 y 88-72

Arbitros: Martín Bertrán, Antonio Conde y Carlos Cortés.

Pormenores. Partido de cuartos de final disputado en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, con algo más de media entrada en sus graderíos.