El partido con más incógnitas

Manuel Borrego

Casi doscientos días sin ganar fuera de casa es un dato que deja huella. La UD Las Palmas lo ha sentido, porque además los amarillos llegan a Málaga tras haber firmado dos derrotas consecutivas por primera vez en la presente campaña: en Granada, ante un rival inferior que supo tomarle la medida; en el Gran Canaria, frente a un Sevilla con un ángel de la guarda en su portería (Sergio Rico).

La visita a La Rosaleda está plagada de incógnitas. Una de ellas es saber hacia dónde se dirige el equipo de Quique Setién en el tramo final de la competición. Los seis puntos recientes que se quedaron en el camino le han hecho ceder en su velocidad para luchar por las posiciones continentales. Esos dos peldaños con sus respectivos traspiés han producido un serio daño en ese ambicioso empeño. El club está en ello, por eso hizo un esfuerzo para potenciar la plantilla con Jesé y Halilovic aunque, de momento, los resultados no acompañan.

Las Palmas necesita cambiar esa dinámica en Málaga. Todo empieza por mantener el estilo y mejorar la precisión de los metros finales, donde el equipo encadenó también por primera vez dos jornadas sin marcar, algo que no había sucedido hasta el momento. Ese déficit es el que descompensa todo lo demás.

El once del choque frente al Sevilla podría ser la inspiración para este lunes, aunque el regreso de Pedro Bigas a las convocatorias podría ofrecer esa variación en la zona de retaguardia. Y quizá, con Boateng en la punta de lanza, entre Halilovic, Tana y Mateo García pueda estar el último de los interrogantes.

Las circunstancias invitan a pensar que Setién tiene la posibilidad de volver a formar con el triángulo habitual en el centro del campo Roque-Vicente-Viera. Es baja para el partido Montoro, operado esta semana aunque disputó los últimos encuentros como titular, con problemas en una rodilla que le han obligado a parar.

Lo que no cambiará es el estilo de los amarillos, pero el Málaga pretende sorprenderle con balones interceptados y velocidad. Si Las Palmas sabe conservar el balón, hará sufrir a su adversario. De lo contrario, la sombra de Los Cármenes es alargada.

Es, sin duda, un partido con muchas incógnitas. Las que generan los cambios obligados, el estado anímico de la plantilla tras los contratiempos o la respuesta de un Málaga que no está en horas dulces. Pero ya se sabe: La UD samaritana nunca deja de sorprender.