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Jesé no moja, pero empapa

La aparición del delantero cedido por el PSG es una bendición para el juego de los amarillos: su verticalidad y velocidad es un atajo al fútbol de toque y un recurso añadido en el juego de ataque. Sólo le falta el gol

  • ENTRE BASTIDORES
  • 02/03/2017 - 16:10
Jesé no moja, pero empapa Jesé escapa en dirección al área del Real Madrid, en el partido disputado este miércoles en el Estadio Santiago Bernabéu (La Liga)

Manuel Borrego

La aparición de Jesé Rodríguez en la Liga española con la UD Las Palmas tiene por momentos un sentido contradictorio a lo que realmente puede estar aportando al club que eligió para la segunda etapa de la temporada. Jesé no moja, no marca; pero su fútbol directo, vertical y sin ataduras es una bendición, un caudal constante como solución para tan singular equipo que ha apostado por sus servicios.

Ahora podrá ir a discutir toda la noche con la almohada porque en cinco encuentros no ha tocado las redes de Granada, Sevilla, Málaga, Real Sociedad y Real Madrid; porque han sido 394 minutos incompletos si no hay gol. Pero Jesé genera más cosas al grupo que las de una estadística fría. Sus apariciones explosivas en los partidos son válvulas de liberación, atajos por donde Las Palmas ha encontrado fórmulas para sorprender y para generar acciones ofensivas que pueden acabar otros. Un movimiento de ruptura de Jesé obliga a un traslado rápido de las líneas defensivas rivales y otros caminos para sus compañeros. Las veces que ha logrado romper el ritmo con sus piernas no han finalizado en gol, pero la velocidad que aporta le da sentido a un fútbol que a veces tiene las piernas pesadas para avanzar metros.

Con Jesé la UD Las Palmas no ha terminado con victoria un partido hasta ahora, no tiene cosecha más que el punto del Bernabéu. Pero con Jesé Las Palmas ha ganado recursos, se ha liberado en estos encuentros de ese fútbol horizontal que a veces atascaba sus propias iniciativas. El delantero cedido por el París Saint Germain, escorado a la banda izquierda, está sumando registros invisibles que no han están asociados con el gol pero sí con la salud del juego amarillo.

Una decena de disparos, algunos a bocajarro que no han entrado y muchos kilómetros al sprint o en dirección opuesta (se le ha visto colaborar en la captación de balones en campo propio) son los que hasta ahora hablan de Jesé en su breve etapa en el club grancanario.

Ha tardado muy poco en identificarse con la propuesta de sus nuevos compañeros, aún siendo el jugador distinto del grupo por su amor a lo vertiginoso. Y tardará menos en celebrar el gol que tanto busca. Lo suyo será pura perseverancia.