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Ale Rivero gana una batalla a su enemigo invisible

El ex amarillo, en dura pugna con una fascitis plantar, vuelve a ser titular en un partido 469 días después en ayuda de un Villa

  • TERCERA
  • 25/04/2017 - 14:50
Ale Rivero gana una batalla a su enemigo invisible Ale Rivero, ahora jugador del Villa de Santa Brígida (C. Torres)

Manuel Borrego

Ale Rivero Peñate (5 de febrero de 1992) sigue en lucha aún con su enemigo invisible. El centrocampista canterano de la UD Las Palmas, que esta temporada regresó al fútbol a través del Villa de Santa Brígida, logró una victoria personal el pasado fin de semana. Fue titular en la formación satauteña. "Sentí los nervios que ya no recordaba cuando el míster (Israel Quintana) me dio el 8. Fue una satisfacción personal ese día", pero empañada por la derrota frente al Santa Úrsula en un partido importante.

La última vez que Rivero formó en una fotografía inicial se produjo en La Palma, ante el Tenisca y con Las Palmas Atlético. Ello ocurría el 10 de enero de 2016. Desde entonces, comenzó una travesía que le ha puesto a prueba a sí mismo contra la adversidad. Desde una a otra titularidad han transcurrido 469 días y un montón de sinsabores.

Rivero trata de superar una fascitis plantar en el pie izquierdo. Es una lesión común entre los jugadores que ejercen sobre césped sintético o superficies diversas. El enemigo invisible le ha golpeado en múltiples ocasiones porque es una dolencia que conlleva una complejidad en su seguimiento y tratamiento. "En un momento me dijeron que podría ser una fisura en el pie. Lo hubiera preferido, porque sabes que una vez el hueso esté sellado se acaba todo. Pero la fascitis es una lesión que juega con la moral de uno. Un día te encuentras perfecto, no sientes nada. Pero haces tres boberías y al día siguiente estás que no puedes andar. Un día sí, otro no, al siguiente también".

Todavía no sabe con exactitud Ale Rivero dónde acaba el túnel, aunque empieza a ver la luz. "Me dijeron que una lesión así puede tener un periodo de recuperación de 3 a 18 meses. Y en peor caso, hacerse crónica. Ahora me siento bien pero siempre estoy con precauciones". Sin embargo, "estoy en manos mágicas. Nuestro fisico, Jose (el portugués), está haciendo milagros. Lo demuestra el hecho de poder jugar estos últimos partidos. Estoy muy animado, quiero ayudar al equipo a lograr el objetivo".

Dependemos de nosotros mismos

Porque el Villa de Santa Brígida, campeón la pasada temporada en el grupo canario, sigue inmerso en la pelea por entrar en la promoción de ascenso a Segunda B. Y está con efectivos contados para el empeño. "Nos vienen tres partidos muy importantes en las tres últimas jornadas", reflexiona Rivero. El ex amarillo es una voz con experiencia en el vestuario de Los Olivos, porque conoce lo que es un ascenso a la división de bronce, jugar en ella e, incluso, estar a las puertas del equipo profesional de la UD Las Palmas. "Creo que vamos a sobrepasar bien esta racha última, de ciertos altibajos. Nos está faltando una pizca de fortuna incluso. Por ejemplo: en Santa Úrsula llegamos cinco veces con claridad y anotados dos goles. Merecimos más. El rival llegó cuatro y marcó tres. Algunos fallos nuestros debemos corregir para que no se vuelvan a repetir".

Pero transmite a sus compañeros que "el Villa no está aquí por una casualidad. Ha realizado muchas cosas bien en el transcurso de la temporada y por eso tiene opciones de meterse en la liguilla. Lo que debemos hacer es volver a la línea de juego que teníamos al principio de la Liga".

Olvidar lo pasado

Cree que "quizá sea cierto que necesitamos un poco de tranquilidad con el balón. Mi consejo es olvidarnos de todo lo que ha ocurrido recientemente y centrarnos en el único partido que tenemos delante. Además, nuestros rivales directos también tienen partidos comprometidos". Que es el Ibarra, ahora con dos puntos más y ocupando el tercer puesto. "Lo tenemos todo, dependemos de nosotros mismos, para entrar en la promoción. El equipo está mentalizado para no escatimar esfuerzo y entregarlo todo en estos partidos. Personalmente, me hace ilusión ayudar para ello y volver a jugar una promoción".

Ale se siente afortunado de haber encontrado, tras la UD, un equipo en el que futbolísticamente hay una comprensión mutua. "El Villa tiene como uno de sus puntos fuertes el manejo del balón. A mí, aunque sea un jugador más defensivo, también me viene bien esa idea de fútbol. Si la recuperamos bien podremos conseguir las mismas cosas que se lograron para llevarnos aquí".

"¿Qué haré la próxima vez que marque un gol?", medita Ale Rivero, al que tanto tiempo inactivo no le ha extraviado el baile de fechas y rivales de su expediente deportivo. "La última vez que marque fue en Segunda B, contra el Atlético de Madrid B (15 de septiembre de 2013). Si vuelvo a marcar, ojalá que sea pronto, se lo dedicaré sin duda a todas aquellas personas que me han apoyado en los momentos malos. Sería otra victoria moral mía y de todos los que creen en mi".

Rivero llegó a tiempo para la fiesta. Y el Villa se lo va a agradecer.