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La máquina del tiempo

Paquito, el primer refuerzo era SAD

Hace 25 años arribó a la UD Las Palmas desde Maspalomas tras la reconversión del club en sociedad anónima deportiva, en una época convulsa en donde la entidad "había tocado fondo"

  • ENTRE BASTIDORES
  • 14/06/2017 - 14:47
Paquito, el primer refuerzo era SAD Paquito Ortiz frente al célebre once del ascenso de 1996, con Pacuco Rosales (C. Torres)

M.B.

En apenas unos días llegará una efeméride relevante. La UD Las Palmas y el Gran Canaria de baloncesto cumplirán 25 años de la reconversión de ambas entidades en sociedades anónimas deportivas. La ley del deporte obligaba a dar ese paso en junio de 1992, con la idea de financiar a través de la compra de acciones la deuda voluminosa que entonces atenazaba a la gran mayoría de los clubes del panorama profesional del país.

Todo aquello tuvo un operativo amplio en Gran Canaria, con respaldo decisivo del Cabildo Insular para evitar la disolución de ambas entidades que, desde entonces, comandaban la actualidad deportiva de la isla.

En aquel entramado nació el vínculo del que sería un jugador ejemplar, un gran capitán de la UD Las Palmas. Al revisar los archivos de la máquina del tiempo nos percatamos de quién fue el primer refuerzo de la UD Las Palmas convertida en SAD, Paquito Ortiz Rivas (12 de agosto de 1969), y quién la primera repesca del club; Luis Saavedra, que regresaba tras su paso por el Elche y Hércules de Alicante.

Un cuarto de siglo atrás Paquito entraba en Pío XII en la que él mismo define como "una situación muy convulsa del club", por todo lo que había precedido antes de la fecha de aquel 30 de junio de 1992. Recuerda para los lectores de Tinta Amarilla aquellos días, porque "me tocó vivirlo muy cerca. Era jugador del Maspalomas y ya habían contactado conmigo para ir a la UD Las Palmas. Desde hacía meses veía la caída del equipo, poco a poco, hasta su descenso a Segunda B. Era una situación muy dolorosa y, además, estaba todo aquello de la reconversión para evitar que el club desapareciera".

El primer refuerzo de la UD Las Palmas era él: un jugador disciplinado, que actuaba en el centro del campo -más tarde adaptado al lateral diestro- que arribaba a la entidad amarilla para echar una mano con jugadores canarios, formados en la cantera del club en su amplia mayoría. "Ese primer momento mío en el club estaba rodeado de inestabilidad, incertidumbre, de un mayor grado de dificultad posible. Los jugadores que llegábamos o que se quedaban sabíamos que Las Palmas había tocado fondo y que desde el fondo sólo teníamos la misión de ir hacia arriba en la búsqueda del ascenso".

Esa legado sentimental se queda eternamente. Y aunque la primera temporada no resultó finalmente exitosa, Paquito seguiría en club participando de los siguientes ascensos a la Segunda A (1996) y Primera División (2000). "Por supuesto que he pensado en estos días en todo ello. Comenzó hace 25 años mi relación con la UD Las Palmas".

Ahora está en puertas a reanudarla, pero desde otra demarcación. "Las dos partes estamos en buena disposición, falta cerrar el compromiso y definir funciones en el club. Es todo cuanto puedo decir al respecto", afirma Paquito, ilusionado con la posibilidad de asumir un cometido propio en el proyecto de Primera División.

Ortiz es un hombre preparado, trabajado a fondo. Y curtido en distintos escenarios del fútbol. Una voz que escuchar, como la de Juan Carlos Valerón. Ambos coincidieron en los terrenos de juego en los noventa y ahora podrían reencontrarse en el mismo recinto amarillo y azul. Y ambos conservan uno de los secretos mejor guardados de Cocoon: han ahuyentado a las canas y los kilos de más. Impecables por dentro y por fuera.