La resaca

Chichizola ... y gracias

M.B.

Definió Nacho González en declaraciones a la Cadena Ser que la UD Las Palmas había optado por un portero de la serie B, en relación a los que había en el mercado entonces, a la hora de optar por Leandro Chichizola.

Esas palabras iban contra el criterio de la comisión deportiva del club, avalistas de un meta al que le veían posibilidades de suplir la vacante de Javi Varas. Chichizola en pocas semanas ha logrado que aquel nombre no se recuerde, que el suyo se pronuncie mucho en los partidos más recientes del primer representativo de Canarias en el fútbol nacional.

Es ésa una óptima noticia, porque respalda la valoración de los contratantes del arquero santafecino (que deberá reivindicarse en estos mismos parámetros hasta la jornada 38), pero es también un mal indicio porque habla del riesgo que asumió en su debut con un equipo que no supo contener al Valencia.

Chichizola; y gracias. Al menos en cinco oportunidades muy claras del Valencia apareció el guante del que ya había sido gran protagonista en la final del Torneo Carranza, frente al Málaga. De Valencia es Chichizola el nombre que reconcilia el humor de los aficionados de la UD Las Palmas que han visto una versión distorsionada del equipo al que esperaban.

Las Palmas mantuvo unas pautas estadísticas generales que deberían analizarse para intentar que lo de Mestalla sea una mala tarde. Léase: Con un 53% de posesión, sus ocasiones reales no existieron. Pero acumuló un total de 63 pérdidas que aprovechó el Valencia para montar un peligroso partido de contras.

La resaca del partido, aún siendo una derrota por la mínima, no debe levantar más allá del enfado puntual y debe despertar el espíritu interno de la autocrítica. Fueron sólo 3 puntos de un total de 114 que hay en juego. Hay problemas apreciables en la construcción y, también aún, en la contención. De lo primero no se encarga Chichizola; de lo segundo ... hay que verle menos. Y es labor de los diez restantes.