Publicidad

Tres síntomas para estar en alerta

  • ENTRE BASTIDORES
  • 25/09/2017 - 10:59
Tres síntomas para estar en alerta Manuel Márquez (C. Torres)

M.B.

El segundo parón de la Liga por razones FIFA está muy próximo. Es una meta volante que tiene panorama balsámico para la UD Las Palmas. Ya había ocurrido antes en el paréntesis internacional de septiembre, previo a la visita a La Rosaleda.

El plano sensorial de la Liga, lo que transmite su fútbol, pasó a un escenario de preocupación inequívoca este domingo tras el bajo nivel ofrecido frente a un laborioso CD Leganés al que le bastó amontonar hombres para formar dos líneas impenetrables para el fútbol de los amarillos.

Hay una colección de detalles que siguen añadiéndose en este partido, que el calendario le ha situado como antesala a la visita al líder en el Nou Camp. El fútbol nada sorprendente de Las Palmas ante el Leganés, al que Márquez ha llegado a relacionar con el peligroso término de la impotencia, dejó una colección de sensaciones duras de asimilar para una plantilla que está confeccionada para objetivos, al menos, tranquilizadores.

Frente a los madrileños, la UD Las Palmas volvió a sacar su versión más gris. Hizo ver que el rival sabía cómo frenarle y cómo llegar hasta las profundidades de su defensa.

Pero hay al menos tres síntomas identificables que pueden explicar el por qué tras seis partidos la UD se sitúa en un punto de partida del que no ha salido.

* La indifinición de su once, o al menos de un bloque básico, se puede comprobar consultando números. 10 jugadores se han perdido por lesiones algún partido. Y aún tardará el técnico en reunir a todos. En 6 jornadas, 6 alineaciones distintas y un total de 26 jugadores utilizados. Es cifra récord esta temporada en Primera.

Sin embargo, en el bloque central de la defensa es donde se aprecia más esta rotación. Los cinco centrales han combinado en seis partidos sin repetir salvo una vez: Ximo-Bigas, Bigas-Lemos, Ximo-Aythami, Lemos-Ximo, David-Aythami y Ximo-Lemos. Los equipos se edifican desde el corazón de su retaguardia. Márquez ha explicado recientemente en varias ocasiones que cree en las asociaciones en el campo. Da la impresión que la sigue buscando en esas posiciones tan básicas de la maquinaria colectiva.

* La debilidad defensiva de la pasada segunda vuelta es un mal aún latente. Las Palmas ya tiene en su contra 10 goles, 7 de ellos encajados en el Estadio de Gran Canaria. No sería tan relevante si no fuera porque Chichizola, con notables intervenciones en algunos de los encuentros, ha sido uno de los jugadores más destacados hasta el momento en el conjunto grancanario.

El promedio actual camina hacia los 63 tantos en contra al final de la Liga. Ese dato es una amenaza en toda regla para cualquier equipo que aspire a conservar la categoría.

De momento, sólo un partido con portería a cero que se saldó con victoria.

* La tercera señal es un debate en realidad. Posesión sí; posesión no. El caso del Leganés es ilustrativo: Las Palmas tuvo el balón en un 70,8% del periodo de juego, por tan sólo un 29,2% de su rival. Pero el Leganés tiró más a puerta y tuvo más efectividad final.

Sin tanta posesión, pero siendo más verticales, se lograron las victorias en Málaga (50,9%) y frente al Athletic (55%), pero se sucumbió con goleada ante el Athletic (62'3%).

No es problema de tener el balón, es un debate de qué hacer con él. Por ello, el término impotencia es el que más duele ver tan cerca de la cualificada plantilla de 2017-18.