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Acto 1: Acertar en el nuevo elegido

La UD Las Palmas entra en una nueva dimensión con su descenso a Segunda A, donde requerirá encontrar un técnico que conozca el terreno y que logre rehacer el equipo que ha desaparecido

  • ENTRE BASTIDORES
  • 23/04/2018 - 19:17
Acto 1: Acertar en el nuevo elegido

Manuel Borrego

Y aún cuando quedan cuatro jornadas para que caiga el telón de la Liga, la UD Las Palmas ya está en una nueva dimensión competitiva. La Segunda División actual, de 22 equipos, la conoce bien porque en ella bregó desde 2006 a 2015 antes de este trienio en las alturas. Hay poco que explicar a los gestores del club, que regresan a un terreno embarrado, extenso y con muchos peligros en el camino.

El finiquito de la temporada no debe paralizar los mecanismos que pueden comenzar a diseñarse de cara a la próxima. Y en este descenso hay un ‘factor entrenador' muy importante, casi se podría decir que determinante, porque desde la segunda vuelta pasada hasta el epílogo de la presente las prestaciones de la plantilla no han respondido a las exigencias del guión que no eran otras que las vinculadas a la permanencia. El rendimiento de Las Palmas ha estado muy por debajo al grupo de jugadores confeccionado, especialmente los que iniciaron la campaña en el mes de agosto. No hace falta profundizar en ello; los números desde marzo de 2017 hasta hoy hablan por sí solos.

El acto número 1 del siguiente proyecto está en la búsqueda de un entrenador, o un cuerpo técnico, que sea capaz de extraer el rendimiento al colectivo y, en definitiva, devolver la ilusión que se ha hipotecado con el año de caos competitivo.

Porque un debe actual del equipo, especialmente en el último tercio del actual ejercicio, es el no saber competir. 4 puntos de 36 posibles en el último parcial, con abundancia de goles encajados y de aquella manera deberían ser materia de análisis y urgente corrección.

Un nuevo Paco Herrera

La Segunda División posee una estructura y conceptos totalmente distintos a los que ha conocido la plantilla de la UD Las Palmas en este trienio. Pero en el apartado técnico, el equipo debe exigirse en la contratación de un entrenador que sea capaz de realzar el ánimo, de devolver la confianza y la conjunción, de generar la mirada ilusionada de jugadores y aficionados y, sobre todo, que sepa competir en esta dura categoría donde Las Palmas, como el resto de descendidos, serán recibidos como ‘equipos a batir'.

Paco Herrera fue el hombre que en 2014 logró aunar en pocas semanas todos estos conceptos. No sabemos si sus ciclos en la isla están agotados, o si su crédito es el mismo, pero el perfil de un técnico conocedor del estilo UD, de su gente y del entorno en el que se va a desenvolver es lo aconsejable.

En la búsqueda de ese hombre aún sin nombre empezará la UD Las Palmas para liquidar lo que queda y redactar lo que viene.

La primera pieza del puzzle es el jefe deportivo. Y además, en su perfil, se podría sondear:

* Que sea capaz de encontrar un modelo defensivo lo suficientemente sólido para erradicar la sensación de equipo vulnerable. El dato: 139 goles encajados en las dos últimas temporadas de Liga, sin acabar la vigente.

* Que logre liberar el talento de los futbolistas de plantilla, con ese juego pujante que necesita un candidato al ascenso.

* Que sepa exprimir las acciones de pizarra en una competición tan estrecha donde el juego de estrategias puede ser determinante en cada partido. El dato: esta temporada, un solo gol en jugadas de diseño, tras córner.

* Que desarrolle varios registres tácticos en el transcurso del partido en función de la deriva del mismo, como ayuda al futbolista.

* Que sea el timón para formar un once reconocible, con las piezas con él consensuadas sin perder el hilo conector con la fábrica amarilla del Anexo, si hubiera esa posibilidad. Y, además, revitalizar el trabajo en sentido corporativo con sus colegas de filiales.

* Que sea justo en las decisiones disciplinarias cuando las tomara, haciendo prevalecer el interés del colectivo y de la entidad por encima de prejuicios.

* Que su verbo en las comparecencias públicas esté acorde a la elegancia de un club y de los aficionados como los de la UD Las Palmas, midiendo bien los mensajes sin que sean ambiguos, polémicos o distorsionadores. Las palabras aseadas generan empatía hacia un club que siempre se caracterizó por su saber estar.

* Y que no falle en el derbi. Esto último se puede cambiar por el retorno a la Primera División.

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