6 disparos a la línea de flotación

La temporada estuvo llena de momentos aciagos, especialmente en el tramo final de los encuentros donde la UD recibió golpes muy duros para su moral

Viera, ahora en China, se lamenta del penalti malogrado en el descuento frente al Espanyol, en el Estadio de Gran Canaria. Habría sido el 3-2 (C. Torres)

Manuel Borrego

La UD Las Palmas está en Segunda División por un cúmulo de errores, por méritos propios de todo tipo. Los tácticos son incuestionables a estas alturas y las debilidades defensivas, incorregibles desde hace temporada y media. Ese problema no se ha solucionado y es una de las asignaturas pendientes para el nuevo entrenador del proyecto en Segunda Divisón.

Nada es fruto de la casualidad. Sirva un dato de lo ocurrido en el ejercicio aún en curso: 47 de los 69 goles en contra, a falta de cuatro partidos, se produjeron en las segundas partes de las 34 jornadas ya disputadas. Pero hubo momentos aciagos de especial relevancia en la recta final de algunos encuentros.

Podríamos enumerar más, pero en el análisis global de la campaña rescatamos seis disparos a la línea de flotación. Siete momentos finales de partidos que no se decantaron en favor de un equipo que recibía golpe a golpe, mermando una moral que hoy ya no existe.

Estos fueron:

Navas tira abajo el trabajo

El 20 de septiembre de 2017, en medio de un ambiente hostil hacia la UD Las Palmas y hacia Vitolo Machín, los amarillos jugaron en el Sánchez Pizjuán. Resistieron el partido hasta que en el minuto 84 lo reventó Navas con un centro chut afortunado que echó abajo todo el trabajo de contención realizado por los hombres de Manuel Márquez.

El penalti de Jonathan Viera

Minuto 93 del encuentro contra el Espanyol, el 17 de diciembre de 2017. Las Palmas estaba volcada remontada un 0-2 abierto por Gerard Moreno en la primera mitad. Redujo distancias Remy (80') y empató Calleri (89'). Viera fue objeto de penalti y tuvo en sus botas la posibilidad del 3-2. Eligió un lanzamiento tímido que adivinó Pau López. El efecto reacción acabó con sabor agrio al término de un partido igualado 2-2.

La mala vista de Iglesias Villanueva

El 17 de febrero, con motivo de la devolución de visita del Sevilla, La Palmas volvió a puntuar la posibilidad de victoria. Los andaluces se habían adelantado por mediación de Ben Yedder y Sanabria. El 0-2 parecía inamovible. Pero en un alarde de casta, Callerí volvió a reducir (82') y en el minuto 91 asistió de cabeza a Gálvez, que anotaba un tanto con gran carga anímica. Sin embargo, Iglesias Villanueva lo anuló, errando en su apreciación y abortando la posibilidad de otra reacción.

Ni la magia del gol de Erik

Balaídos fue escenario de un partido singular. El 5 de marzo marcó Erik Expósito en el mismo escenario donde su bisabuelo había anotado el primer gol en el recinto del RC Celta. Las Palmas gozaba de una ventaja 0-1 hasta el final. Pero dos errores aprovechados por Johny (62') y Hernández (89') dejaron los tres puntos en Balaídos 1-2. Y otra vez el equipo regresó a casa con la frustración en su equipaje.

La final de la salvación, para el Levante

El 8 de abril, los amarillos volvieron a caer en los minutos finales de un partido considerado como final por la salvación. Coke adelantaba a los granotas antes de que David García, en la salida de un corner, estableciera el 1-1. Pero Las Palmas se fue con todo al ataque cuando tuvo un jugador más y olvidó su retaguardia. Allí Campaña, en el minuto 92, rompió la posibilidad de un empate que habría mantenido al equipo isleño con vida.

La puntilla, del Betis

La cita del 19 de abril también terminó de manera muy triste. Junior Firpo marcó en el 94, con una UD Las Palmas agotada por el esfuerzo y condicionada por la expulsión de Macedo. El 1-0 fue la puntilla y el último misil que acertó a dar en el caso de una nave que ya tenía moral muy frágil.