Episodio final de la liguilla: la montaña no es tan alta para el Sanfer

M.B.

Toda la temporada a una carta. Al San Fernando no le vale el empate en Tabira. Esta vez tendrá que arriesgar más para que el esfuerzo de tantos meses de competición alcance el premio final del ascenso, aunque para el equipo de Maspalomas ya es un éxito notable el haberse convertido en el último equipo de Canarias a nivel nacional que está en acción cuando junio entra en su recta final.

El 0-1 de este domingo en el Sur de Gran Canaria no dibuja la realidad de lo acontecido en el partido. Y, además, esconde verdades, cartas que no se mostraron en el tapete sintético de San Bartolomé de Tirajana. El partido que se adivina el domingo a las 11.00 hora canaria debe tener otro aspecto, con evidentes correcciones entre dos conjuntos con aspectos en común en el juego.

El San Fernando tendrá que ir a Durango a hacer algo que no logró en las anteriores eliminatorias frente al Marino de Luanco y SD Borja: marcar en campo adversario. Y, además, debería hacerlo en dos oportunidades porque el 0-1 le vale para la prórroga y a partir del 1-2, para el billete a Segunda B.

El Sanfer que se exhibió ante la Cultura de Durango mostró la mitad de su rostro. Fue peligroso en la estrategia, donde volvió a crear un puñado de ocasiones y muy serios problemas a su rival. Pero, con el balón, durante muchos minutos abusó de la individualidad, de excesivo juego trenzado en la zona donde más efectivos rivales había. Se olvidó bastante el equipo de Tino Déniz de las bandas, donde Medina mostró que por allí había un filón.

El aspirante grancanario, sin merecer salir derrotado, no fue fiel a sí mismo. Aunque enfrente tuvo un rival que tiene buenos conceptos en el juego de balón desde retaguardia, el despliegue y en la estrategia.

Y, si el paralelismo no fuera suficiente, los hombres referencias de ambos equipos tampoco se dejaron ver en plenitud. Los goleadores Aday López y Ekain, respectivamente, fueron sombras en el área el día de máxima responsabilidad para ellos.

Pero quedan noventa minutos del partido final. Quizá la decepción se apoderó de los grancanarios por el golpe moral de no lograr el triunfo al que estaban acostumbrados en episodios anteriores de la liguilla. La realidad es que la montaña de la Cultural no es tan inaccesible. Lo primero es creer que se puede abordar. Y esa misión ya está en marcha, a contrarreloj porque la temporada se acaba el próxima fin de semana.