EL PARTIDO DE LA JORNADA 9
El conjunto de Luis Carrión suma una nueva derrota en casa, sin aprovechar la inferioridad del Celta durante más de media hora tras dos expulsiones
Fotos: C. Torres
Ni contra once, ni contra nueve. La UD Las Palmas no pudo cosechar la primera victoria que reanimara su peligrosa situación clasificatoria y deriva. Este sábado malogró un partido que se puso de cara en la segunda parte cuando el Celta perdió a dos efectivos con tarjetas rojas (Moriba y Aspas). Pero los jugadores de Luis Carrión están atenazados, incapaces de encontrar soluciones a un atasco mental y futbolístico.
El Celta hizo valer el 0-1 que anotó Borja Iglesias cuando estaba al completo en el campo y dictaba las evoluciones del encuentro. El público que asistió al Gran Canaria en número importante (21.482) comprobó la novena jornada sin victorias en la era del nuevo entrenador, cubriéndose el primer cuarto del calendario con un mensaje de riesgo que no se logra desactivar. Y la Liga sigue avanzando.
El Celta no tuvo problemas en mostrar sus dos caras casi de inmediato. Cuando la UD Las Palmas iniciaba sus jugadas cerca del centro del campo, los celestes se organizaban con tres líneas de protección: 5-3-2. Y cuando los amarillos se asociaban con el esférici desde área propia, una colección de futbolistas rivales tendía la red de presión próxima a Horkas.
Las Palmas logró romper esa armonía inicial viguesa con dos ocasiones inmediatas, con rupturas individuales. A los 5 minutos, Essugo escapó desde el centro del campo con una zancada potente. Pero su disparo lo rechazó Guaita desviando a córner. La historia se repitió a los 7 minutos, con su compatriota Fabio Silva. Januzaj lanzó en profundidad al delantero que ganó la carrera, pero de nuevo el chut cruzado lo envió el portero a córner.
El partido había comenzado con un peligroso argumento conocido. La doble amenaza portuguesa no cambió los planes del Celta, que seguía teniendo más balón y presencia en el campo. Incluso llegó a marcar en el minuto 16, a través de una acción bien enlazada pero que anuló Borja Iglesias por un fuera de juego en el primer remate. El segundo de Swedberg quedó invalidado. El público celebró la decisión de la sala VAR, pero el aviso gallego había quedado.
Las Palmas tiraba de amor propio en el partido. Sin una conexión colectiva, los amarillos ofrecían sus ganas en acciones individuales. La siguiente fue firmada por Fabio Silva, con un nuevo sprint en el minuto 25. El portugués consiguió otra vez ganar en velocidad a su par, pero el balón que dejó en el área pasó de largo sobre la posición de McBurnie.
El gol del Celta iba a tardar 2 minutos más en llegar. Con una sencilla jugada, sin tensión defensiva alguna, Mingueza colgó un nuevo balón en el área para que Borja Iglesias colocara su bota justo a tiempo. El remate mansamente acabó en las redes de la portería de Curva. El duro golpe que se presentía acabó por llegar.
La fatídica historia se repetía y el público, con su silencio inicial, asimilaba el mal trago de otro partido con portería perforada. Januzaj cargó varias iniciativas en busca del empate, tratando de generar recursos a un equipo más nervios que ideas.
La derrota 0-1 al descanso requirió una reparación de heridas en el vestuario, aunque no la recomposición del once. El propósito de anotar pronto el empate se reflejaba en la pelea de los amarillos, con varios disparos sin encontrar la jaula de Guaita.
Los planes del Celta se complicaron por completo a los 55 minutos, con un exceso de nervios tras la rigurosa segunda tarjeta a Moriba. Porque las protestas de Aspas llevaron al capitán gallego al vestuario también, por doble amarilla, quedando su equipo con ocho efectivos de campo para proteger a Guaita.
Las líneas celestes se apilaron en las inmediaciones del área frontal visitante con el partido totalmente volcado hacia la portería visitante. Las Palmas se mostraba sin ideas para sacar provecha a tan flagrante superioridad numérica. A veces por precipitación y otras por falta de consistencia, las jugadas se sucedían sin ganar la posición final del remate.
Después de minutos de agobio, Guaita rechazó un libre directo lanzado por Januzaj a los 75 minutos como ocasión más cercana al éxito del gol. Más tarde, Moleiro probó desde fuera del área para encontrar al mismo protagonista.
En el 88, la mejor oportunidad para el empate la malogró Moleiro con un remate fuera a pase de Benito. Y en el 94, Jaime Mata cabeceó al poste en una última ocasión a la desesperada. Al menos habría servido para salvar un punto y evitar la fuga de los aficionados de las gradas, que no esperaron al minuto 90. También habían perdido la esperanza.
Alineaciones:
Las Palmas: Horkas, Viti, Juanma Herzog, Alex Suárez (Campaña, 74), Alex Muñoz (Benito, 57), Essugo, Javi Muñoz (Manu Fuster, 57), Moleiro, Januzaj, Fabio Silva (Jaime Mata, 66) y Oli McBurnie (Marc Cardona, 66)
Celta: Guaita, Manquillo (Javi Rodríguez, 60), Starfelt, Marcos Alonso, Mingueza (Carlos Domínguez, 90), Hugo Álvarez (Franco Cervi, 78), Beltrán, Moriba, Swedberg (Durán, 60), Iago Aspas y Borja Iglesias (Douvikas, 60)
Gol: 0-1, m. 27. Centro de Mingueza al corazón del área que solo tiene que desviar Borja Iglesias para superar al portero Horkas.
Árbitro: Adrián Cordero Vega (Cantabria). Mostró tarjetas amarillas a Fabio Silva, Jaime Mata, Campaña (Las Palmas), Beltrán, Mingueza, Douvikas y Manquillo (Celta). Tarjetas rojas por doble amonestación a Moriba (minuto 53) y Aspas (minuto 55).
Pormenores: Partido de la novena jornada del campeonato de Liga de Primera División, disputado en el Estadio de Gran Canaria (21.482 espectadores). Fue capitán de la UD Las Palmas Alex Suárez, en ausencia de Kirian Rodríguez -por molestias musculares-.
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