Llegó este domingo la primera derrota en el Estadio de Gran Canaria. No la habían logrado Sevilla ni Real Madrid, pero sí lo consiguió el Athletic de Bilbao. El conjunto vasco sacó tajada a la debilidad en retaguardia de los amarillos (2-3), en un partido que tuvo dos caras. Las Palmas intentó levantarse de su mal inicio, se acercó dos veces con los tantos de Sandro y Álex Muñoz, pero el esfuerzo resultó insuficiente porque la fragilidad defensiva (10 goles en 5 partidos) es un problema muy serio. Y Luis Carrión debe ponerse manos a la obra porque esta cosecha es una ruina.

Lo primero que ocurrió en la tarde grancanaria fue el juego de pizarras de ambos conjuntos. La UD fue llegó con prontitud a plantear el peligro en el área vizcaína.Lo hizo tras un saque de banda lateral, que propició disparos de Moleiro y Kirian -este último algo forzado-, rechazados por Julen Aguirrezabala.

El Athletic respondió casi de inmediato y sí acertó a llevar el balón a las redes de Cillessen. También su ataque se originó a raíz de otro saque de banda ensayado. El balón viajó por el carril derecho en las botas de Iñaki Williams, cuyo centro lo remató a placer Sancet. El centrocampista rojiblanco abordó el área por sorpresa y no tuvo oposición para batir a Cillessen.

Otro día sin portería a cero

La UD Las Palmas ya sabía desde el minuto 6 que un día más no iba a mantener su portería a cero, creciendo la primera sensación de tarde más complicada de lo previsto. Tras ese gol, el partido se fue pintando con el set de pinceles que utilizaba el Athletic.

Las señalas de Luis Carrión a sus jugadores eran evidentes. Quería una mayor presión para impedir que los visitantes conectaran jugadas y pusieran en marcha la maquinaria de los Williams. Porque el partido cambiaba de velocidad cada que intervenían Nico o Iñaki.

El público mostró su inquietud a los 23 minutos, cuando Sancet volvió a rematar desde la frontal para completar una acción del aspirante a Balón de Oro, Nico Williams. El balón se fue junto al poste de la portería de Naciente y la expresión de la jugada era la de una UD desbordada.

Nico Williams hurgó en la herida

Sancet volvió a marcar a los 27 minutos de juego, pero el gol no subió al marcador porque la posición del centrocampista era antirreglamentaria. Dos minutos después, Nico Williams anotó el 0-2 y no hubo indulto a la penalización del Athletic. Las Palmas hacía aguas por todas partes.

El asunto no era el marcador; era la sensación de naufragio, de un desastre en media hora para un equipo sin balón, brújula, profundidad o control de la situación. 

Kirian pudo recortar el marcador antes del descanso, al entenderse con Moleiro en el área. El chut del capitán amarillo salvó la posición del portero, pero en última instancia salvó Paredes cerca de la línea de gol.

Peores sensaciones que marcador

Con 0-2 se alcanzó la tregua del partido, con peores sensaciones que resultado incluso. Carrión introdujo dos cambios al descanso, pero lo que no se modificaba era el argumento del partido. El Athletic seguía a lo suyo y pronto también pudo sentenciar, con un disparo de Iñaki Williams cerca del poste.

La UD recibió una bocanada de aire antes de hora de partido. Jauregizar, que había tonteado con las tarjetas durante toda la tarde, resultó expulsado como último defensor sobre Sandro. El grancanario añadió más pimienta al partido al colocar el balón en las redes de Agirrezabala con un zambombazo en el libre directo.

Quedaba más de media hora y el partido cobraba otra dimensión. Carrión introdujo en el campo al debutante Fabio Silva, para organizar una doble arista en la delantera. En el 63 fue Fabio González el que chutó con potencia,pero el balón se fue ligeramente por encima del travesaño.

El otro Fabio 

El partido se volcaba hacia la portería del Athletic, equipo que retrasó sus líneas en campo propio. Los cambios de la UD fueron ofensivos; los de Ernesto Valverde reaccionó con refuerzos para el centro del campo.

El otro Fabio (Silva) también probó con un testarazo en el minuto 69. Pero de nuevo el meta sacó una mano para desviar a córner un balón comprometido.

Las Palmas se había lanzado a por el empate, pero recibió un nuevo golpe en otra acción de libro del Athletic. Un centro, un desvío y la aparición de un rematador. Los protagonistas fueron Berenguer, Iñaki y finalmente Paredes.

El equipo grancanario no se había rendido y todavía expresó su intensidad en la recta final del encuentro, tras el gol de Alex Muñoz en una jugada que podría haber firmado el propio Athletic.

El 2-3 fue la última esperanza, pero ya el marcador no se movió. Demasiados errores defensivos a lo largo del encuentro como para poder romper una mala racha que sigue en su propia bucle. 

Alineaciones:   Las Palmas:Cillessen, Marvin Park, Alex Suárez (Alex Muñoz, 46), McKenna (Benito, 76), Mika Mármol, Campaña (Fabio González, 46), Kirian, Javi Muñoz (Fabio Silva, 62), Moleiro, Sandro y McBurnie (Jaime Mata, 76)   Athletic Club:Agirrezabala, De Marcos (Gorosabel, 76), Paredes, Vivian, Yuri, De Galarreta (Prados, 58), Jauregizar, Sancet (Berenguer, 69), Iñaki Williams, Nico Williams (Unai Gómez, 69) y Guruzeta (Vesga, 58)   Goles: 0-1, m. 6. Jugada por la derecha de Iñaki Williams. El extremo centra, deja pasar el cuero Guruzeta y remata a placer Sancet. 0-2, m. 29. Cillessen sale del área para despejar de cabeza un balón largo, pero el cuero queda entre Iñaki y Nico Williams, que se entienden para anotar a placer. 1-2, m. 57. Libre directo que ejecuta Sandro con potencia, colocando un balón imparable. 1-3, m. 75. Centro de Berenguer que toca en el segundo poste Iñaki Williams y culmina a placer Paredes. 2-3, m. 82. Centro desde la izquierda de Kirian y Alex Muñoz, anticipándose al portero, cabecea limpio a las redes.   Árbitro:Miguel Ángel Ortiz Rivas (Colegio Madrileño). Tarjetas amarillas a Alex Suárez (Las Palmas), De Galarreta y Jauregizar (Athletic). Roja directa a Jauregizar (min. 55).   Pormenores: Partido de la quinta jornada del campeonato de Liga de Primera División, disputado en el Estadio de Gran Canaria (25.908 espectadores). En la UD Las Palmas debutó el portugués Fabio Silva.