Una breve nota aparecida en la prensa local de aquellos días recogió el nacimiento del club que más impacto social ha tenido en Canarias desde el 22 de agosto de 1949. “La Unión Deportiva Las Palmas ha nacido”, se podía leer en una esquina lateral del diario Falange. Era el producto de muchas reuniones, de consultas, discusiones y controversias afiladas que debían resolverse.

Durante semanas se habían producido intensos debates en la capital grancanaria intentando que cristalizara un acuerdo entre los cinco grandes clubes de la ciudad, competidores de la Liga de máxima categoría local y con apasionados seguidores que no daban su brazo a torcer.

Otra nota periodística ilustraba aquellos días, coincidiendo con la constitución del nuevo club que iba a llenar la isla de amarillo y azul: “¿Hasta cuándo, señores?. Otro más a la Península”, en alusión a la marcha del jugador del Porteño, Borito, valor que recalaba en el RCD Español de Barcelona.

La fuga de talentos canarios a los conjuntos nacionales fue una gran motivación de la génesis de la UD Las Palmas. Aunque los planetas ya se estaban alineando para que la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria pudiera disponer de un equipo que congregara la pasión de su siempre ilusionada afición futbolística. Desde el 25 de diciembre 1944 se disfrutaba en la capital de un estadio de fútbol, escenario que congregaba los grandes acontecimientos deportivos y que complacía muchas expectativas sociales. Y los equipos de la isla ya sabían que la RFEF había habilitado el derecho a disputar la liguilla de ascenso a Segunda División en la temporada 1949-50, con el incentivo de un ascenso al peldaño más próximo a la élite nacional.

Pero también había nacido una voluntad, que empezaba por apagar los egos. A Manuel Rodríguez Monroy se le considera el impulsor del proyecto de unión, que desde el primer momento estuvo por la Federación bajo la presidencia de Adolfo Miranda Ortega.

El acuerdo de la creación de un nuevo club cristalizó a través de la aprobación de una ponencia para la fusión. Los representantes de ese colectivo de dirigentes que debatieron los orígenes de la UD Las Palmas acordaron el nombramiento del secretario Alfonso Quiney Collis (representante de la Federación), José Jiménez Sánchez (del Gran Canaria), Francisco Naranjo Hermosilla (del Marino), Luis González Vera (del Arenas), Vicente Di Napoli (del Atlético Club), Simón Doreste Estruch (del Marino), Luis Rivero Noble (del Gran Canaria), Manuel Hernández Sánchez (del Arenas), Juan Trujillo Febles (del Atlético Club), Vicente y Alberto García Sastre y Guillermo Wyttembach García (todos del Real Club Victoria).

El primer paso fue la creación de una gestora fundacional, bajo la presidencia de José del Río Amor, aunque la primera presidencia oficial del club recayó a partir de marzo de 1950 en Eufemiano Fuentes Díaz, con Aurelio Montenegro Riobó, como vicepresidentes. Los cargos restantes correspondieron a Luis González Vera, secretario; Alberto García Sastre, vicesecretario; Francisco Naranjo Hermosilla, tesorero; José Jiménez Sánchez, contador; y Juan Trujillo Febles, Juan Moran de la Nuez, Manuel Hernández Sánchez, Simón Dores[1]te Estruch, Víctor Santana Saavedra, Guillermo Wyttembach García y Bruno González García como vocales.

Todo ello había consagrado el acuerdo que a las 20.00 horas del 22 de agosto de 1949 había propiciado la aprobación ‘por unanimidad’ del punto tercero de la orden del día: la creación del club que debía ser una Unión Deportiva en Las Palmas. La cita final tuvo como escenario el antiguo Real Club Náutico de la capital grancanaria. 

75 años después, a la misma hora y en el mismo lugar la UD Las Palmas va a celebrar allí, ahora como Sociedad Anónima Deportiva, la efeméride de su creación. La cita es a las 20.00 horas del 22 de agosto de 2024 en el actual Real Club Náutico de Gran Canaria, en la que el consejo de administración que preside la UD Las Palmas tendrá el honor de brindar por todos los años de éxito que el club ha cosechado con la camisola amarilla y el calzón azul, colores que identitarios de la bandera de Gran Canaria.

Después de esa original fecha, llegaron las primeras decisiones deportivas. Pancho Arencibia fue designado como primer entrenador. El 9 de octubre de 1949 se disputó el primer partido, frente al Marino. El primer gol fue obra de Antonio Jorge, ascensos, subcampeonato de Liga, tercer puesto, participación europea, … 75 años han dado para muchos días de felicidad y los que quedan por contar.