Muchas cosas han cambiado después de aquel 22 de junio de 2014 y todas para bien. Este sábado es la fecha del décimo aniversario de uno de los momentos más duros que ha vivido la UD Las Palmas en sus 75 años de historia, un ‘descenso’ de Primera inesperado, como se ha llegado a afirmar.

El 1-1 frente al Córdoba es recordado por los incidentes previos al gol de Ulises Dávila, por una invasión que abochornó. Y que dejó momentos que viajaron desde la ilusión infinita de un día esperado a la frustración … que dio paso a la reacción posterior de la mano de Paco Herrera.

Rescatamos del archivo de Tinta Amarilla 22 instantes de aquel día tan señalado, para no repetirlo jamás:

Gradas llenas e ilusión desbordante

31.240 personas (datos oficiales) asistieron al partido del 22 de junio de 2014. El 0-0 registrado en el Nuevo Arcángel (ida) y la mejor clasificación de la UD en la liga regular brindaban una posibilidad esperada durante dos décadas para volver a Primera División

Sergio Lobera, en la tribuna

Incluso Sergio Lobera y su asistente Manu Sayabera viajaron a Gran Canaria para disfrutar del partido. Habían sido relevados por Josico Moreno y Javi Guerrera a falta de dos encuentros para el final de la fase regular, pero no querían perderse el partido por el que habían luchado también.

Las Palmas dominaba, pero no anotaba

El partido estaba bajo el control. Las Palmas lo había encauzado en los parámetros de juego que le convenía, con David García en el banquillo en esta oportunidad. Pero el gol tardaba en llegar.

Y entonces marcó Apoño

La explosión de alegría llegó al inicio de la segunda parte. Apoñó conectó un disparo que se fue a las redes de la portería de Curva. El estadio vibró con el 1-0 y el objetivo se situó más cerca todavía.

Ferrer no lo tenía claro

En el banquillo del Córdoba crecía la preocupación. El conjunto visitante actuaba lejos de Barbosa con un partido inclinado hacia los dominios del portero Juan Carlos. El técnico Albert Ferrer no lo tenía claro.

Luis Carrión observa desde el banquillo

Aquel día pasó de puntillas el segundo entrenador del equipo visitante, Luis Carrión, al que diez años después se le asocia con el radar de la UD Las Palmas para la temporada venidera y está inmerso en la misma pelea de Primera División con el Oviedo. Cosas del destino. Desde el banquillo, de pie, Carrión observaba todo lo que ocurría en el Gran Canaria.

Faltaban pocos minutos y la expectación crecía

En el banquillo de la UD Las Palmas se vivía con mucha emoción el final del encuentro. El Córdoba no daba señales de reacción y los suplentes amarillos comenzaban a disfrutar el momento que se aproximaba.

Vicente Gómez pudo sentenciar

Con el tiempo galopando a contrarreloj, Vicente Gómez acarició el 2-0 en una ocasión que forzó anticipándose a un despeje de Juan Carlos. El balón rebotó en su bota y acabó cerca de la portería del equipo califal.

El momento en el que todo comenzó

De repente, un persona descamisada salta al terreno de juego y detiene el partido. Corre atravesando un sector del terreno de juego para frenarse frente a la zona de tribuna. La sorpresa comienza a fraguarse porque esta interrupción corta el avance del reloj hacia el punto y final.

El efecto dominó se desató desde las gradas

Decenas de personas decidieron dar el salto, incluso con riesgo de lesiones, para abordar las pistas de atletismo. E, incluso, aproximarse a las líneas exteriores del rectángulo de juego. Ese momento generó inquietud en el trío arbitral, que prolongó la paralización.

Valerón: “¡Qué están haciendo!”

Desde el banquillo ya, tras ser relevado, Juan Carlos Valerón pregunta a los invasores por lo que hacían. Su solicitud de retirada resultó estéril porque la omitieron mientras el descontrol aumentaba.

Los nervios del colegiado y el partido congelado

El árbitro José María Sánchez Martínez convocó a los miembros de seguridad para advertir de una posible suspensión del encuentro. El presidente Miguel Ángel Ramírez bajó del palco para tratar de calmar a un colegiado al que también le costó el ascenso su actuación.

Los capitanes piden explicaciones

Hubo una reunión en el centro del campo entre los capitanes de los dos conjuntos y el responsable arbitral. La recomendación de seguir el juego fue finalmente aceptada, pero ya el viento del partido había dado un giro.

El fatídico minuto 93

El Córdoba abordó el ‘tiempo extra’ colgando balones al área de Barbosa, hasta que en el minuto 93 anotó el tanto del 1-1 final. En aquella promoción, los goles a domicilio tenían doble valor.

Ferrer invade también el terreno de juego

El gol de Dávila desató la euforia andaluza. Su entrenador Ferrer saltó al terreno de juego y acabó boca arriba, en el césped, porque el ‘tiempo muerto’ de la paralización había cambiado de mano el billete a la máxima categoría.

La alegría de unos pocos

Apenas medio centenar de aficionados cordobeses asistieron al partido. Pasaban inadvertidos porque la fiesta local era absoluta. El momento que ya no esperaban … había llegado.

Josico, en estado de shock

El partido se acabó y el duro golpe causó un gran dolor. El entrenador amarillo, Josico Moreno, abandonó el recinto entre lágrimas, sin dar crédito a lo acontecido.

Los aficionados amarillos reaccionaron en contra de los vándalos

El comportamiento general del público habitual del Gran Canaria fue ejemplar. Pero no comprendieron lo que habían hecho unos pocos descontrolados, que empañaron un día y una temporada. Se mezclaron dolor y rabio en un mismo instante.

Las lágrimas y la huida

Una de las escenas del día fue la huida de los invasores, que debieron sortear la ira de las personas afectadas por los actos vandálicos. Contrastó ese momento con las lágrimas del colaborador del club, Tino Vega, coordinador en aquel momento de los recogepelotas del estadio.

La sensación de impotencia

El gesto del auxiliar amarillo Carmelo Ramírez, al no comprender todo lo que había pasado en 5 minutos aciagos. La tristeza de Leo, entonces canterano con presencia en el primer equipo. Dos rostros que resumen todo.

No había palabras para explicarlo

Muchos simpatizantes de la UD Las Palmas vivían su primer día mágico. Ni siquiera sus padres pudieron explicar en toda su extensión lo ocurrido. El terreno de juego se llegó de lágrimas, incluso entre los colaboradores más próximos del club como en la imagen.

Nadie pudo consolar a Asdrúbal Padrón

Uno de los más afectados fue Asdrúbal, el delantero que en semifinales había resuelto la eliminatoria ante el Sporting con su gol en el estadio Molinón.