Sucedió lo de casi siempre en el Estadio Bernabéu. La UD Las Palmas sumó una nueva derrota (4-1) frente al Real Madrid, cuya estrella Mbappé se encargó de desarmar el gran inicio de la tarde de los amarillos, que llegaron a colocarse por delante en el marcador. Pero el astro francés cargó la respuesta de su equipo para la remontada y certificar con la victoria la recuperación del liderato de Primera.

Pero: ¡Qué manera de comenzar el encuentro!. Las Palmas anotó el tanto de apertura en apenas 26 segundos. El balón transitó con mucha intención, de bota a bota canaria, hasta que Sandro colgó el balón y Fabio Silva anotó sin dar posibilidad a Courtois a reaccionar. El silencio en el recinto del Real Madrid lo rompían las gargantas canarias cantando el tanto del portugués.

Pero ahí no quedó todo. En el minuto 2 era Brahim Díaz el que malograba una gran ocasión tras centro de Rodrygo. El disparo del marroquí se fue al lateral de la red, que era lo más difícil. Y dos minutos después, tras pase de Moleiro, Fabio Silva golpeó alto frente a Courtois en otra gran oportunidad de los amarillos.

Un partido tan descosido requería ‘asentar las madres’, pero ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a ello. Y Las Palmas, que vivió esos primeros 26 segundos de ilusión, no logró controlar desde entonces a su rival. Mbappé chutó en el minuto 7, obligando a Cillessen a realizar una felina intervención a una mano en pleno frenesí inicial.

Cuando parecía que el partido se estacionaba llegó el empate local, tras la comisión de un penalti por parte de Sandro. El 1-1 fue inapelable, logrando Kylian Mbappé engañar a Cillessen.

Los senderos hacia Courtois fueron desapareciendo con el paso de los minutos, mientras el trabajo se acumulaba para su colega Cillessen. Las Palmas no encontraba manera de contener la avalancha de su rival. El meta de la UD salvó varias ocasiones hasta que Brahim Díaz puso el 2-1 en una jugada que aliñó en Mbappé con su disparo. El propio astro francés colocó el 3-1 en el minuto 35, en una fase del encuentro que era un auténtico descalabro para los amarillos.

Hubo un cuarto gol local en la primera parte, que no tendría validez al estimar el colegiado (y la sala VAR) que su autor Mbappé inició la jugada en fuera de juego, situación que condicionó el resto de la acción. 

El partido se desplomó en la segunda parte, ya con una UD trabajando en grupo para seguir tapando grietas. El 4-1 fue obra de Rodrygo, con un certero disparo. Ya no había partido para Las Palmas, con la misión de intentar que la diferencia no se agrandara o bien reducirla.

Más complicado se puso todo en la última media hora por la tarjeta roja a Benito, en una jugada fortuita con Lucas Vázquez. Sólo queda que siguieran pasando los minutos y que el daño ya causado no fuera mayor. Dos nuevos goles fueron anotados, pero no subieron al marcador obras de Bellingham y Fede Valverde. Fueron las únicas ‘alegrías’ de los aficionados canarios, que padecieron una larga hora y media de tortura en el estadio que sigue siendo el de ‘Nunca Jamás’.