El Gran Canaria necesitaba una victoria que le borrara de la mente los últimos tropiezos oficiales. Y esta llegó ante un Surne Bilbao (80-67), que sólo había ganado una vez en 19 visitas a la isla como conjunto ACB. Y así siguió siendo tras un partido que pudo tener la clave en la paciencia amarilla para esperar la llegada de su momento y el de Brussino para dar la estocada a un rival muy sólido y que llegó a dar la impresión de tenerle contre las cuerdas por momentos.
Con ambas formaciones a tope de efectivos, el partido comenzó con alternancias en el electrónico que se resolvían según el momento de inspiración individual de alguno de los diez en pista. Tobey y Brussino por los locales, y el base Pantzar por los visitantes hacían correr los dígitos dele electrónico que llegó a tener el 13-20 para los foráneo tras triples de Frey y Ridder y un mate de este último en un momento de bloqueo ofensivo local.
Necesitaba más defensa el equipo de Lakovic y la aplicó, pero no ofrecía la misma progresión con su ataque. Así costaba recortar diferencias, pero esa carrera, con insistencia, llegaba a tres minutos de haber iniciado el segundo cuarto cuando Shurna empataba a 22. Todo a cero, otra vez, el Surne también aplicaba una vuelta de tuerca a su defensa para que el partido ganara en rudeza que le venía mejor a los hombres de negro, también acertados desde el perímetro (27-32) para llegar al descanso con 36-39, aunque triunfo en el parcial de los amarillos por 20-17.
El Gran Canaria echaba en falta más reparto en la responsabilidad anotadora. Los doce puntos de Brussino tiraban del carro, pero hacía falta que se unieran más a los tirantes, y más cuando a los vascos se les ofrecían segundas oportunidades por la falta de control de los rebotes defensivos (36-42) o no se les daba respuesta a los triples (38-47). La confianza local iba en descenso hasta el punto que arrastraba al acierto en los tiros libre, y haciendo estériles los esfuerzos de en los cara a cara en ataque (46-53).
Y entre rebote defensivo perdido y tiro libre fallado, al Gran Canaria parecía que se le iba el partido de las manos (50-58) ante el desespero de la grada y el banquillo. El Bilbao, además, estaba poniendo muy alto el listón de faltas en su contra. Jugando en la frontera de lo permitido, los de Ponsarnau convertían el choque en una pelea de gladiadores, que en el momento menos esperaba ganaban los locales (59-58).
Otra vez se había ganado un parcial (23-19) y esa era la lectura positiva que quizás le hacía entender Lakovic a los suyos en el entreacto antes de la cuenta final. El partido entró en una fase en el que parecía que un detalle iba a decidir el recorrido definitivo (62-60). Aunque aún quedaba mucho por delante (6:50), el robo de Albicy y la contra de Shurna llevaron a un 64-60 que no le sentó nada bien al equipo bilbaíno. El Granca apostó por la verticalidad y cargar de faltas a los de negro y mejorando su eficiencia en la línea de 4,60 sumar pequeñas diferencias que presionaban al Bilbao (70-64) a 3:52 hasta el punto de dejarle sin respuestas ni amenazas.
La ficha del partido
Dreamland Gran Canaria (16+20+23+19):Albicy (5),Homesley (12), Brussino (22), Shurna (10), Tobey (8) -cinco inicial-; Diop, Urbaniak (), Conditt (1),Thomasson (10), Salvó (2), Alocén (8) y Pelos (2).
Surne Bilbao Basket (22+17+19+9): Pantzar (11), Abdur-Rahkman (6), Gielo (4), Zoran Dragic (6), Marvin Jones (11) -cinco inicial-, Frey (11), De Ridder (12), Kullamae (2), Rabaseda, (2) y Hlinason (2).
Árbitros: Luis Miguel Castillo, Iyán González y Andrés Fernández. Falta técnica a Lakovic (min. 28). Eliminado por faltas, Frey (m. 39).
Marcador cada cinco minutos: 11-12, 16-22, 25-29, 36-39, descanso, 46-53, 59-58, 66-64 y 80-67, final.
Incidencias: 4ª jornada de la Liga ACB. Pabellón Gran Canaria Arena.
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