“Considero a Abou Bassinga uno más del equipo profesional” (Luis Carrión, 12 de agosto de 2024). “La evolución en la pretemporada de Abou ha hecho cambiar de opinión a la dirección deportiva. Helguera ahora ya no busca en el mercado un centrocampista; no paramos la proyección de nuestro canterano” (Miguel Ángel Ramírez, 12 de agosto de 2024).

Abou Bassinga (13 de julio de 2005) puede haber encontrado el mismo atajo que en 2019 llevó a Pedri al fútbol profesional sin que ambos pisaran el vestuario de Las Palmas Atlético, primer filial amarillo. Este es un hecho excepcional en el fútbol actual, no quizá de antaño, que solo al alcance de unos pocos elegidos. Moleiro, por ejemplo, sí llegó a actuar en Segunda B con Juan Manuel Rodríguez en varios encuentros.

Este dato describe la llegada de un jugador excepcional, un futbolista cuya zurda promete captar adeptos y ovaciones en abundancia en las gradas del Estadio de Gran Canaria. El jugador captado por Tonono Rodríguez, adiestrado en el equipo D del mencionado Juan Manuel, curtido con Santi Lampón en el juvenil de honor durante su único año federativo y entrenado en los filiales de la UD Las Palmas está a pocos días de un salto cualitativo en su joven carrera deportiva.

Atrás quedará como una anécdota el aciago debut copero en el Heliodoro, cuando -de rojo- fue alineado ante el CD Tenerife por García Pimienta en una noche gris del equipo. Pero aquella experiencia al menos le valió para comprender levemente la dimensión futbolística a la que está muy próximo a llegar. Siempre hay algo que aprender, incluso en plena tormenta.

Abou ha sido una de las sensaciones del verano de 2024, el de su primera pretemporada con el equipo profesional del club. Su fútbol lo ha expresado con personalidad, sin mostrar todo el potencial que lleva dentro porque está en constante crecimiento. No ha tardado en enlazar con futbolistas curtidos o de resistir vigilancia de expertos defensores. Y sus flamantes 19 años ha dejado entrever también un físico preparado para la batalla. Incluso se le ha visto calmando a algún veterano del equipo tras una acción de juego caldeada. No se corta.

El marfileño es una nueva luz en el proyecto de club. Ya explicamos que sus datos antes de ser convocado con Luis Carrión eran asombrosos: En 127 días firmó un récord propio de libro Guinness, porque dos fechas conectadas en ese periodo recibió su primera licencia federativa y debutó con un equipo de la Liga. De momento solo ha enseñado sus habilidades en amistosos, pero és es "en un camino que no tiene destino", como diría la malograda cantautora Cecilia. 

La aventura de Bassinga se está escribiendo ahora. Y tiene pinta de acabar con una narración legendaria. El tiempo, a su lado, corre a toda velocidad.