Así ocurrió. Tras la primera victoria como local, los jugadores de la UD Las Palmas no pudieron ocultar y compartir su alegría. Era la primera ocasión desde febrero que el equipo amarillo volvía a ganar en el Estadio de Gran Canaria.

Y todos, al completo, lo disfrutaron. El caso de Álvaro Valles es singular, porque el portero de La Rinconada no ha contado aún en una sola convocatoria. Ni se le espera, en teoría. Pero Valles saltó también con sus compañeros y su rostro reflejó el radiante momento que deja un triunfo. 

Valles felicitó a su colega Cillessen, que volvió a ser determinante en el partido. Y de paisano posó en la foto de grupo. Emocionalmente no se ha desligado del proyecto de un club en el que hay agradecimientos mutuos.