El fin de la etapa de Jonathan Viera -otra baja con respecto al inicio de la 2023-24- resalta el rol identitario de algunos futbolistas profesionales que siguen en la UD Las Palmas. El primer dato relevante es que Benito Ramírez se convierte en el miembro de la plantilla amarilla con mayor tiempo en ella, tras iniciar su ciclo con el debut del 20 de enero de 2017 a las órdenes de Quique Setién.

El arribo ya anunciado de una decena de refuerzos y la modificación de piezas en la plantilla, a expensas de la imprescindible operación salida, deja al Benito, junto a Fabio (26 de agosto de 2017), Lemos (2018), Kirian, Valles y Alex Suárez (2019) entre esos miembros del ‘comité de expertos’ del equipo amarillo, candidatos a la capitanía por veteranía.

Luis Carrión será coordinador de un grupo de profesionales entre los que solo ocho jugadores superan las 100 citas oficiales con el equipo. Van desde los 156 de Lemos, pasando por Kirian (143), Benito (139), Valles (138), Suárez (131), Fabio (123), Enzo Loiodice (117) y Moleiro (111). Y todo indica que esta parrilla no tendrá tal confección en la salida del nuevo campeonato.

Otro dato que puede ilustrar la regeneración del grupo es que Fran Pejiño es ahora el máximo realizador entre los actuales componentes, con 18 goles, por delante de Kirian (13), Marc Cardona (11), Benito, Lemos y Sandro (8). Todos ellos aún sin entrar entre los 50 máximos goleadores de la entidad.

Es un verano de cambios, del tejido de un nuevo bloque de jugadores y técnico a los que se pide el objetivo de la permanencia. Las nuevas voces del vestuario han ido surgiendo en los últimos meses. Desde la marcha de Jonathan Viera, el turno del liderato recayó en Kirian Rodríguez. Se añaden futbolistas que van a conocer por dentro el proyecto y que aún no han sido aplaudidos por los aficionados grancanarios.

Las señas de identidad la mantienen jugadores con paso por el Anexo y en los que Carrión necesitará que esa complicidad tenga la globalidad que caracteriza al grupo. Los últimos éxitos del proyecto se han firmado sin tanto brillo individual y sí con el razonamiento solidario de lo colectivo. Eso también se mantiene.