UD LAS PALMAS: 75 ANIVERSARIO
A las 20.00 horas del 22 de agosto de 1949 comenzaba en el Real Club Náutico de Gran Canaria una reunión que iba a cambiar el curso de la historia. Los miembros de la ponencia de fusión de los cinco clubes principales de Gran Canaria sellaban un acuerdo que duró meses en cristalizar. Y el brindis de aquella noche veraniega de hace 75 años tuvo un único nombre: La Unión Deportiva Las Palmas.
Fue, sin duda, la decisión más importante de cuantas se habían producido en la primera mitad del pasado siglo. No fue nada fácil unir cinco voluntades antagónicas, cinco aficiones distintas y rivalizadas, cinco escudos que se miraban de reojo en las competiciones locales. Los promotores de aquella idea estaban en la Federación de Las Palmas, con su secretario Manuel Rodríguez Monroy, y el presidente, Adolfo Miranda Ortega.
Reuniones y más reuniones, gestiones en las instituciones y una petición a la Real Federación Española de Fútbol para que en la temporada 1950-51 los campeones de los torneos regionales de Tenerife y Las Palmas tuvieran un hueco en la antigua Segunda División.
Todo se había gestado para un acuerdo entre los representantes del Real Club Victoria, Marino Club de Fútbol, Arenas Club, Club Deportivo Gran Canaria y Atlético Club. Además, desde 1944 la ciudad ya disfrutaba de un estadio en condiciones para albergar partidos de nivel y recibir a los grandes clubes del país si procedía.
La noche del 22 de agosto de 1949 era la señalada, sin coartadas, para que de una mesa de trabajo emergiera el equipo de todos. Aquella gran noticia, sin embargo, no tuvo un impacto mediático en la época. Apenas 70 líneas desarrollaban el titular más llamativo, en el diario Falange (antecesor del Eco de Canarias): “Ha nacido la Unión Deportiva Las Palmas”.
Detrás de aquella afirmación se había conformado una primera junta gestora para administrar los primeros pasos del nuevo club, bajo la presidencia de José del Río Amor. Por su parte, Manuel Rodríguez Monroy, Eufemiano Fuentes Díaz (más tarde nombrado presidente tras la renuncia de Del Río) y Aurelio Montenegro Riobó ejercieron como vicepresidentes. Los cargos restantes correspondieron a Luis González Vera, secretario; Alberto García Sastre, vicesecretario; Francisco Naranjo Hermosilla, tesorero; José Jiménez Sánchez, contador; Juan Trujillo Febles, Simón Doreste Estruch, Víctor Santana Saavedra, Guillermo Wyttembach García y Bruno González García como vocales.
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Así empezaba a funcionar un equipo que había elegido su propio escudo (orlado en su interior por las cinco entidades que dieron lugar a su creación), con el amarillo y el azul en sus camisetas y calzones.
A medida que fueron pasando los días, el crédito de los ponentes de la fusión fue ganando enteros, instalados en el local de Luis Antúnez, cedido por el Gran Canaria. El 19 de septiembre de 1949, apenas cuatro semanas después, la UD Las Palmas iba a poner cara a sus futbolistas originales bajo la dirección del técnico Pancho Arencibia. En esa fecha se reunía a un grupo de jugadores procedentes de las entidades unidas, para realizar un casting y confeccionar la primera plantilla.
Así, el primer partido de la UD Las Palmas se disputó en el Estadio Insular el 9 de octubre de 1949, con victoria 2-1 sobre el Marino en la denominada Liga extraoficial. En ella participaban también otros clubes de la fusión.
Ese primer once histórico estuvo integrado compuesta por Montes, Viera, Toledo, Juanono, Polo, Tatono, Rafael, Nicolás, Antoñito Jorge -autor del primer gol del club-, Cedrés y Macías.
El caminar de la UD Las Palmas había empezado, aunque no habían terminado sus dificultades. Otro mensaje periodístico en Canarias Deportiva reclamaba la unión de los aficionados. Decía: “Canario, quienquiera que seas y adonde quiera que estés, únete a esta causa. La Unión Deportiva Las Palmas, con los colores de tu bandera, necesita de ti. No lo olvidemos: En la unión está la fuerza; defendiendo los colores amarillos de nuestro equipo defenderemos a nuestra isla y haremos más grande a Gran Canaria”.
75 años después, la esencia de unidad es la misma. Por el camino, 36 temporadas en Primera División, un subcampeonato y un tercer puesto, primer equipo isleño en llegar a una final nacional, en jugar competición europea, en nutrir a la selección española de piezas internacionales, la afición más numerosa y fiel del Archipiélago … y una casa nueva que camina hacia el Mundial de 2030. Pasado luminoso; futuro ilusionante. Y todo tiene su centro de gravedad porque el equipo grancanario sigue identificando al futbolista canario de las ocho islas.