El anuncio de los partidos inmediatos de los equipos se está convirtiendo en una fuente de información aunque, claro está, ‘cada loco con su tema’. El Athletic ha optado por enviar un mensaje en su entramado social con varios vídeos, considerando “un partido clave” el que va a disputar frente a los amarillos. Y lo completa con las imágenes de un tanto de Iñaki Williams hace unas temporadas a la UD, en San Mamés, mientras expresa entre exclamaciones ‘¡Sin piedad!”. Esa es la palabra elegida en un momento de evidente necesidad para los amarillos.

Es evidente que los vizcaínos se juegan mucho en el envite de este miércoles, porque acarician la posibilidad de jugar Liga de Campeones en 2025-26 y observan en el partido una oportunidad para mantener a distancia a sus perseguidores.

Pero bien podría valer el mismo mensaje para los amarillos de Diego Martínez, que acuden a la jaula de los leones con una moral restaurada, crédito en la salvación y también con pocas ganas de tener piedad. Ese mensaje hay que tomarlo en serio, tratándose de un equipo histórico y de grandes dimensiones como es el de los rojiblancos, pero también requiere de Las Palmas una respuesta valiente como la que se brindó ante el Atleti.

Ninguna afición está de acuerdo con el hipotético carácter piadoso de sus equipos. Eso no es posible y menos en una competición tan exigente como la Primera División española. Las Palmas tendrá que rebelarse ante ese anuncio de los vizcaínos; tendrá que ser el bloque sólido, compacto, trabajador y exquisitamente concentrado si quiere salir con algún botín de San Mamés.

Martínez tiene la obligación de cubrir dos bajas importantes en el once, como son las del sancionado Javi Muñoz y la del lesionado Fabio Silva. Y también debe modelar la estructura de su equipo para saber contener a un rival que fue capaz de erosionar a los amarillos en la primera vuelta, aunque aquella es otra parte de la historia.

Aunque el Athletic tiene razón en el núcleo de su argumento: La piedad en el deporte profesional es un defecto, no una virtud. Tomen nota amarillos.

PD: El Athletic eligió mal el ejemplo de la piedad, porque ese partido referido acabó 2-2 en San Mamés. Vicente Gómez y Tana tampoco se apiadaron de los leones.