OPINIÓN

El fútbol profesional es otra cosa
Manuel Borrego
-
06/10/2024
La desesperación de Essugo, en el partido ante el Celta (C. Torres)

El parón de la Liga ofrece a toda UD Las Palmas unas jornadas de reflexión, con independencia de las decisiones que se adopten. El partido frente al Valencia dentro de dos semanas es una cita fundamental para dar el primer impulso de intentar recuperar el terreno perdido. En Mestalla están en el mismo empeño que en Gran Canaria, por lo que la necesidad de no fallar es imperativa.

 

El equipo está aún a tiempo de todo, con mucho margen porque no hay descensos en octubre o marzo. Pero está inmerso en un viaje hacia el final de la Liga que se ha convertido en una tortura. Insufrible para unos aficionados que observan con perplejidad el evidente desplome.

 

Hace tan solo un año, la UD Las Palmas sacaba pecho porque su modelo le permitía presentarse ante los restantes competidores como portería difícil de batir. Estaba entonces en esta parcela a la estela del Atlético de Madrid y Real Madrid tras la novena jornada. Y navegaba sólido en mitad de la tabla con una cantidad de puntos (11) que le hacían tener garantías de llegar a destino.

 

Pero todo se ha venido deshilando de forma progresiva. Negarlo es asumir el riesgo de continuar así. Primero, se diluyó la seguridad defensiva, luego la confianza en el juego y como consecuencia de ambas la rotura clasificatoria que representa no ganar durante tantos meses.

 

Los responsables técnicos de la UD Las Palmas están convencidos del modelo y de los jugadores elegidos para aplicarlo. Pero los marcadores no le dan la razón. Hace unas semanas nos atrevíamos a recetar los consejos de Valerón sobre las leyes invisibles del fútbol: Primero lo sencillo para ganar confianza; y luego, las cosas difíciles. La etapa de Luis Carrión enlaza con el final de García Pimienta en el que la debilidad defensiva fue la primera ficha del dominó que derrumbaba a las siguientes. 

 

Lo mejor del momento es la actitud del jugador en el terreno de juego, porque lo dejan todo; aunque su aptitud no da para salir de las celdas de castigo hasta el momento. Las palabras de Luis Carrión tras el duro golpe ante un Celta con nueve han sido, a nuestro juicio, definitivas. Ni él mismo creía que todo estaba tan mal. Pero el fútbol no se rige por unas teorías técnicas muy bonitas y explicadas en una pizarra. El fútbol a nivel profesional es otra cosa difícil de llevar a una teoría, porque solo lo explica los resultados.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar