EL PARTIDO DE LA JORNADA 11
Nuevo entrenador, nuevas sensaciones, victoria en el bolsillo y tarde rosa en el Estadio de Gran Canaria. La UD Las Palmas afronta su nueva Liga con otra cara, con el aliento que ha proporcionado el triunfo en Mestalla y la teórica ruptura de la peligrosa deriva que llevaba.
Diego Martínez se presenta ante el público isleño que algo ya conquistado y con mucho por recorrer. El margen de mejora es evidente, pero la competición no le permite hacer experimentos porque esa etapa ya la agotó el equipo en julio y agosto.
Los arreglos se hacen en ruta y, si además se consiguen puntos, la situación se alivia para todos. Ganar al Valencia fue el primer subidón de los ocho últimos meses, pero todo tendría sentido si este sábado ocurre algo similar ante un Girona de Champions que tiene sus propias dificultades.
Las bajas tan numerosas e importantes del conjunto catalán no deben sedar la ambición de los amarillos. Se medirá a un adversario que tiene un rodaje con el mismo técnico en las últimas temporadas, logrando hacer cumbre a nivel histórico, Y todavía está en esas alturas, con un reciente triunfo en la Champions antes de presentarse de nuevo en la isla.
El Girona regresa con un balance de tres triunfos ante la UD en sus tres últimas visitas. Es quizá el mejor momento para saldar viejas cuentas con un conjunto que especialmente se atravesó en el camino amarillo la pasada temporada y en casa.
Martínez no ha facilitado ni una sola pista sobre su once titular. Sigue recuperando efectivos (Sandro podría reaparecer) y durante la semana ha analizado a puerta cerrada todos los argumentos que debe mostrar la UD para ataque y las correcciones para defender. En ambas facetas, imaginamos, tendrá un block repleto de apuntes.
La victoria es innegociable y no tiene precio. Lograrla en Valencia fue el primer paso. Y repetirlo cinco días después confirmaría que palabras y hechos van de la mano en dirección hacia el objetivo de la campaña.