El Comité Arbitral de la RFEF le debe una explicación y disculpas públicas a la afición de la UD Las Palmas. Eso es lo mínimo. Lo ocurrido en la noche del sábado en el estadio del Getafe es un claro insulto a la paciencia; fue una reiteración de los hechos que el 23 de noviembre pasado decantaron la pérdida de al menos un punto para los amarillos. Nos referimos a la bochornosa decisión del colegiado del partido Las Palmas-Real Mallorca tras el incidente protagonizado entre Jaime Mata y Muriqui, que acabó con una falta indirecta dentro del área del equipo grancanario. Y el posterior gol de Mojica.

Precisamente en la víspera del viaje a Madrid, Diego Martínez recordó ese momento calificándolo como “la jugada más polémica” de esta temporada, en clara alusión a no estar convencido de las explicaciones dadas por la provocación (de Mata) y la reacción (de Muriqui) en una fase del partido en que las pulsaciones están a cien.

Pero es que en el Getafe-Barcelona ocurrió exactamente lo mismo, aunque con distinta proporción en la decisión arbitral. O interpretación tanto del juez de campo como el de la sala VAR. Así que Pablo González Fuertes decide redactar en el acta que el gesto del getafense Ismail Bekhoucha es “encararse a un adversario sin llegar al insulto o la amenaza” y la reacción del barcelonista Balde -golpeando la cara de su rival-, es también lo mismo: “encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza”.

Contrasta esta lectura con la que Alejandro Muñiz Ruiz realizó sobre Jaime Mata aquel día, al mencionar que fue amonestado por “provocar haciendo gestos exaltados a un adversario celebrando una acción defensiva enfrente de él, causando una reacción inmediata del adversario que supuso su expulsión” (textual). Lo del jugador balear fue la roja por la célebre ‘peineta’.

Es inexplicable que existan dos reglamentos en dos incidentes donde el origen es el mismo. No se señaló la falta indirecta al Getafe (Ismael), no se expulsó al supuesto agresor (Balde) y todo siguió como si tal.

Posiblemente sea la de Getafe la interpretación más digna para ambos equipos, que repartieron puntos, pero es a la vez un menosprecio en diferido a las opciones de la UD Las Palmas en el mencionado partido frente al Mallorca. Porque 1 punto en esta Liga es un tesoro.

“Es que a Las Palmas siempre le pasa de todo”, recordaba años atrás un admirado colega de profesión que había visto “burros volar” cuando se trataba de perjudicar a un club tan modesto como el grancanario.