OPINIÓN

La sala VAR concede a la UD las dos 'medallas' de esta Liga
Manuel Borrego
-
27/01/2025
El agarrón a Moleiro, de Areso, anulado por la acción previa de Silva -recuadro-. El asistente ve clara la acción, a pocos centímetros, pero su criterio no vale ante la sala VAR (Movistar)

El fin de semana se hizo largo para la afición de la UD Las Palmas, una vez más con sensaciones de fraude tras el castigo que recibieron sus jugadores en forma de decisiones puntuales trascendentes. Posiblemente, el empate fue el marcador más justo entre amarillos y rojillos de Osasuna, pero una nueva jugada polémica se acumula en el debe de la sala VAR y con un protagonista reincidente: Pizarro Gómez.

 

Coincide también todo ello en una víspera del encuentro en la que el entrenador de Osasuna habló mucho sobre el asunto arbitral tan manoseado por algunos clubes en el campeonato. Vino a decir que “a Osasuna le pasa de todo”. Vicente Moreno eligió el peor momento para quejas o expresiones de este tipo porque visitaba la casa del equipo que tiene esa medalla, sin duda. Apenas una semana atrás su colega Diego Martínez eludió hablar sobre ‘asuntos arbitrales’, aunque de pasada recordó que “la jugada más polémica de la temporada la tenemos nosotros”, en alusión al insólito final de partido contra el Mallorca. Ya saben: Mata, Muriqi y la increíble decisión que puso un balón de oro para la victoria del conjunto balear.

 

La UD Las Palmas no quería dos tazas, pero las tuvo. En tres oportunidades el retirado Pizarro Gómez ha sido esta temporada responsable de sala VAR con la UD en el terreno de juego: Frente al Valencia en Mestalla, contra Mallorca y Osasuna en Gran Canaria. En los dos últimos está el problema y el evidente hartazgo de los aficionados amarillos.

 

A Las Palmas le están faltando puntos en la clasificación, muchos de ellos por errores propios. Pero una campaña más la herramienta del VAR está sembrando polémicas y rompiendo algunos moldes. La manera en que se desautoriza o se ignora a un juez de línea en el partido ante Osasuna, que está apenas a 50 centímetros de la decisión más importante del partido debería inquietar al sistema arbitral, porque el reglamento y la interpretación del juego deberían estar condenados a ir de la mano. De lo contrario, una polémica puede seguir a lo siguiente.

 

En el caso del UD-Osasuna parece inexplicable que la valoración de un asistente de línea situado a medio metro (no consideró falta el forcejeo del que era protagonista Fabio Silva) sea nula con respecto a lo que puede observar ante el televisor Pizarro Gómez, en este caso. ¿El línier tiene voz, puede aclarar lo que vio?. ¿Hubo o no teatro?. 

 

La solución no está servida. Estas rarezas seguirán ocurriendo porque el modelo no tiene perfiles de mejora, proteste quien proteste.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar