Es una gran oportunidad, aunque no sea decisiva. Pero sí tiene la UD Las Palmas la oportunidad de crear un espacio de 7 puntos (de facto, tres encuentros reales) entre su posición en la tabla y la frontera de la zona dramática del descenso.

Para ello, contando con los resultados ya registrados, en la jornada tendrá que ganar al RCD Espanyol que llega al Estadio de Gran Canaria en situación de ‘cara o cruz’, algo que lo convierte en un rival especialmente peligroso para los amarillos.

El técnico Diego Martínez puede recuperar en la jornada a dos de las piezas ausentes en San Sebastián (los entonces sancionados Alex Suárez y Fabio Silva), mientras ha divulgado la incógnita de Alberto Moleiro en un encuentro donde se requerirá el 100% en las prestaciones futbolísticas de todos los actores.

Las Palmas no debería tener en cuenta para afrontar el encuentro los complejos números de su rival: El Espanyol es el peor visitante hasta ahora (un punto logrado en ocho actuaciones, 0-0 frente al Atco. De Madrid) o segundo equipo más goleado de la competición (29). Tampoco, los antecedentes de los periquitos en la isla donde aún no conocen la victoria en el Estadio de Gran Canaria.

El estado de confianza de los amarillos puede ser un aval en el encuentro que despedirá 2024 de forma oficial, porque la Liga se paraliza por el paréntesis navideño. Aunque el equipo grancanario no está aún para tirar voladores por su rendimiento como local, puesto que en 8 partidos suma 2 victorias, 3 empates y 4 derrotas. Claro que, la mayoría de todo ello, antes del ciclo que se inició tras el triunfo en Mestalla sobre el Valencia.

Además, hay que considerar que el Espanyol va a ser rival directo de los amarillos hasta el final de temporada. Por lo que los resultados positivos en este tipo de encuentros siempre sumarán para el objetivo último. 

Sin confianza, pero sin desconfiar. Los tres puntos de este domingo pueden poner más hormigón armado a los cimientos de la permanencia. Es el tren que no puede pasar de largo.