2024-25 calienta motores
Helguera contrató al menos 8 jugadores procedentes de la categoría de bronce para apuntalar un proyecto que no puede competir con los recurso económicos de la élite
Ya son ocho los jugadores procedentes de la Segunda División que la UD Las Palmas ha contratado desde su regreso a la máxima categoría. No serán los únicos. La división de plata española se ha convertido en la vitrina donde Luis Helguera encuentra recursos para el proyecto, sin la teórica carestía de divisiones superiores.
Mika Mármol (Andorra), Cristian Herrera (Ibiza), Javi Muñoz (Éibar), Aarón Escandell (Cartagena), José Campaña (Levante) y los más recientes Alex Muñoz (Levante y Manu Fuster (Albacete) son esos futbolistas sellados en la oficina de refuerzos. A ellos se ha unido este domingo el centrocampista Iván Gil (Andorra). El conjunto grancanario no tiene prejuicios para dar oportunidades incluso a piezas que van a conocer la selva de la Primera División. De hecho, los tres últimos nombres comentados (Muñoz, Fuster y Gil) se estrenarán allí con la camiseta amarilla. El aval de todos ellos lo representan la reputación de ambos ya ganada en sus equipos de la Liga.
En más de una ocasión el propio Helguera ha comentado que su búsqueda en el mercado de es de nombres, sino piezas que encajen en el modelo. Quizá por ello Javi Muñoz -al menos durante dos tercios de la pasada Liga- fue un redescubrimiento para aquellos aficionados que lo habían visto en equipos como Oviedo, Alavés, Tenerife, Mirandés o Éibar. Incluso puede mirar a debutantes de banquillo para el boulevard de Primera.
Ese rendimiento al alza es lo que se pretende ahora con las nuevas incorporaciones, aunque no todas tienen el espacio o la proyección que han mostrado Mármol o el mencionado Javi Muñoz.
Mirar el escaparate de la Segunda División y buscar allí recambios parece un gesto de sinceridad competitiva de la UD Las Palmas, incapaz de gestionar fichajes millonarios como los clubes del rascacielos de Primera. Tiene que acudir a la imaginación y al riesgo inherente de cada apuesta, sea costosa o más económica.
Ya en el anterior trienio en Primera varios jugadores que llegaron a Gran Canaria procedentes de la Segunda División dejaron un sabor de boca al menos correcto en el club. Fueron casos como Javi Varas (Valladolid), Ángel Montoro, Michel Macedo y Ximo Navarro (Almería), Willian José (Zaragoza) o Pedro Bigas (Mallorca).
El tiempo, como siempre, será el notario y el justo evaluador. Los que arriban tratarán de convencer haciendo valer la carga de ilusión con la que llegan a un proyecto que también requiere una regeneración. Es el peso del último tercio de la pasada Liga, que dejó una colección de enigmas e inquietudes a resolver.