Ha querido sintetizar Diego Martínez su plan de temporada con la receta de salvación de la UD Las Palmas. Para el técnico vigués, hay que “disputar una Liga de 29 encuentros en la que comenzamos con cinco puntos menos”.
Tiene mucho trabajo, para iniciar la ruta en Mestalla, frente a un Valencia que puede ser también un polvorín.
Pero hay cinco indicadores que podrían servir al nuevo entrenador de la UD Las Palmas como termómetro para comprobar una evolución en las próximas jornadas. A nuestro juicio:
Rebajar el número de goles en contra. Los 17 tantos encajados por Cillessen y Horkas es una cifra letal para cualquier proyecto, porque coloca la media por partidos en casi dos tantos rivales.
Hay que considerar, además, que 15 de esos 17 goles adversos se produjeron con remates en el área amarilla. Es un dato que ilustra hasta dónde perforan los adversarios la idea defensiva empleada por Carrión hasta ahora.
Como complemento a esta afirmación hay que añadir que los 9 conjuntos rivales han disparado un total de 130 veces en dirección al arco amarillo, ocupando Las Palmas el tercer lugar del ranking de Primera División.
Demasiados penaltis en contra. Producto de todo ello es la segunda materia que está siendo lesiva para los intereses isleños. Las Palmas es el equipo al que más penaltis en contra le han señalado los colegiados (5), de los que sólo 2 acabaron en gol. Y solo transcurrieron 9 jornadas de una Liga de 38.
Esa es otro signo de falta de fortaleza en la retaguardia.
Mejorar y crear sentido a la posesión. Las Palmas actual ha pasado a ser el quinto equipo con mayor tiempo de tenencia del balón en 2024-25.
Lo hace con un 58%, aunque ese concepto está vinculado al número de pérdidas en campo propio 639 y la necesidad de que el criterio de posesión sea defender mejor o atacar con criterio más definitivo. De momento, los resultados no dan la razón a lo hecho por Carrión en referencia a la etapa de García Pimienta.
Uso de faltas para cegar ataques rivales. En total, Las Palmas ha cometido 109 infracciones que detuvieron el juego. Es una cifra que está a mitad de camino del resto de los competidores de Primera. Pero un conjunto con tantas pérdidas y contragolpes rivales requerirá que el uso de las faltas tenga un sentido defensivo. Esa teoría la han expresado los propios jugadores, aunque los resultados no se dejan ver hasta ahora.
Crear un bloque capaz de tener continuidad en el tiempo. Posiblemente sea el indicador mejor y que no necesita un argumento estadístico. Diego Martínez tendrá ese encargo de formar un once que se pueda recitar de memoria, porque su antecesor no logró hacerlo: Decisiones técnicas o abundantes lesiones en 9 jornadas lo han impedido.
El camino está en el horizonte y el margen de mejora de la UD Las Palmas tiene que ser evidente. Todo pasa primero por defender bien, ganar confianza y … una pronta portería a cero sería un bálsamo que concilie esta etapa con tantos sinsabores.