OPINIÓN

Aún es pronto para saber si el chispazo de Getafe, ese que prendió un incendio de ilusión el pasado fin de semana, puede llevar a la UD Las Palmas hasta la orilla de la permanencia. Nadie es capaz de anticipar ese desenlace, pero ya es una ilusión que el equipo de Diego Martínez fuera capaz de ganar un primer encuentro en 2025 que admita la propuesta de un posible cambio de rumbo.
El balance de la jornada se resume en dos datos: Un punto por sobrepasar a un rival (Alavés) para volver a pisar tierra firme. Aunque lo más llamativo del triunfo frente al Getafe, la primera vez que ocurría en el actual recinto de los azulones, fue la descarga anímica que mostraron los protagonistas del representativo grancanario. Hay que analizar con detenimiento la euforia de McBurnie, Fabio Silva, del mismo Moleiro, Sandro, Campaña, Park, … hasta el propio entrenador Martínez. ¡Y qué decir del resto de los integrantes del cuerpo técnico!. Se abrazaron tras el 1-3 en un acto sin duda que parecía más una liberación de ataduras que de un triunfo deportivo en un tramo aún de finiquito.
Esas caras de Getafe hay que verlas más veces. Tras ellas está, sin duda, el mensaje transmitido por el entrenador, sus asistentes y la charla de Miguel Ángel Ramírez a sus profesionales antes de acudir al campo de batalla. Es imposible que el presidente no fuera capaz de emocionar a cualquier amarillo leal que sufra con lo que ha venido ocurriendo no sólo de enero a abril de 2025, sino por el tramo de competición de la segunda vuelta de 2023-24 o el inicio de la presente campaña.
La Primera División es una durísima categoría, en la que no solo pagas errores propios. Pasan factura las excelencias rivales y el propio trato del gremio arbitral, con una mano para los grandes y otra distinta para los conjuntos y aficiones modestas, como lo es la UD Las Palmas. Porque todo influye en devenir de los acontecimientos.
Los rostros amarillos vistos en Getafe son los que ahora cuentan. Llegaron a tiempo porque quedan por enjugar 21 puntos en la competición y por decidir el destino de la temporada. El fútbol brotó desde la emoción y la alegría se ha hecho viral. Aunque la clave está en las palabras de un vigués que empieza a entender lo que es el club que le ha contratado para salvar la campaña: “La Unión Deportiva Las Palmas ha demostrado que es unión”, dijo al saborear los momentos posteriores al 1-3. Esas palabras no pueden caer en vacío, presidiendo todo lo que va a acontecer.