"Un amigo, Pepe González, siempre me dice lo mismo: 'cuando asciendas a un equipo, márchate". Esa frase la tiene grabada a fuego Pacuco Rosales (Las Palmas de Gran Canaria, 8 de abril de 1949), porque en su largo recorrido como entrenador le ocurrieron varios episodios similares en clubes a los que logró meter en un ascensor. Pero quizá por ello, por haberle convertido en mártir de una decisión injusta, Pacuco aún disfruta del agradecimiento de sus paisanos y de quienes le admiran como técnico. Ahora que se aproxima el decimoquinto aniversario del retorno a Segunda A de la UD Las Palmas a sus órdenes (y con Juan Manuel Rodríguez a su lado) mantiene fresca en su memoria que aquellos acontecimientos posteriores que generaron el cese no fueron fruto de la casualidad. "Al entrenador canario se le exige y se le castiga aquí con contundencia", añade.

Pero es que, además, en el Córdoba -rival el domingo de la UD Las Palmas- Pacuco también vivió su propio martirio en 1998: "Rafael Gómez, el presidente, me echó porque no admití que me hiciera las alineaciones", puntualiza. "Yo decidí que jugara el tinerfeño José y él quería a otro futbolista. Le dije que José jugaría por canario y por coj... Me cesó un sábado y al día siguiente el equipo perdió 0-4 con el Isla Cristina. Si no se hubiese metido a las cuestiones técnicas, el Córdoba habría ascendido aquella temporada. Mi salida del club fue injusta, pero me comporté como un caballero ante la adversidad, como también había hecho en Las Palmas antes".

Pacuco hincha sus pulmones cuando habla de su etapa en la Ciudad de la Mezquita. "La gente, tras el cese, me felicitaba por la calle. El Córdoba estaba en progresión y tuve la satisfacción personal de dar la alternativa a tres jugadores de filiales, después de tantos años en que no salía allí un futbolista de la cantera. Entre ellos, Pepe Díaz, que ya veía su calidad como delantero. Era juvenil y los defensas del primer equipo le pegaban en el campo para poderle parar. Ahora ha evolucionado muchísimo y es hoy una de las referencias del Córdoba".

"MI DESTITUCIÓN EN LAS PALMAS ESTABA CANTADA"

Pero más duro que el mazazo cordobés fue el vivido en 1996 tras ascender a la Unión Deportiva Las Palmas. Después de la celebración se produjo la debacle. "Para empezar, nosotros no queríamos cambiar aquella plantilla que había logrado el ascenso. Porque era una máquina de hacer fútbol: todos compenetrados, jugando de memoria. Sólo habíamos previsto dos cambios en todo el bloque: Chili y otro jugador. Y teníamos hablado los fichajes de un lateral zurdo, un exterior zurdo y un defensa central. Los elegidos eran Villoria, Escoda y Torres, los dos últimos del Nástic. Pero llegaron los nuevos empresarios, echaron a dieciséis jugadores y ... lo mío estaba cantado", matiza. "Y si no llegan a despedir después al señor Cappa y colocan a Paco Castellano, aquel mismo año el club hubiese vuelto a la Segunda División B. Se cometieron muchos errores de los que no me siento responsable, por supuesto".

Pacuco entiende que el equipo del 96, el del ascenso, estaba en condiciones de haberse situado en la zona alta de la clasificación en Segunda A. "Por supuesto. Pero los planes de los jefes eran otros. Allí no tuvo nada que ver Adrián Déniz, que siempre me mostró su respaldo", aclara. "Me queda el orgullo de haber hecho feliz a tanta gente después de cuatro años de sufrimiento".

UNA GENERACIÓN COMO LA DE LOS SESENTA

Su polifacética vida se vuelca ahora como responsable del banquillo de la UD Telde. Pero sigue de cerca a los amarillos: "Hay una buena hornada de jugadores. La crisis ha dado una oportunidad para los futbolistas canarios. Me gustan todos los chicos. Jonathan Viera es un futbolista que desde que se centre sólo en lo deportivo .. nos va a durar muy poquito aquí, porque se lo llevarán. Vitolo, Vicente Gómez, .. qué puedo añadir. Pero considero una gratísima sorpresa la aportación de Aythami, ya que se trata de un jugador polivalente que siempre rinde y estará en los planes de cualquier entrenador". Pacuco va más lejos en sus percepciones: "si no le retiramos la confianza, estos jugadores pueden marcar una época como ocurrió con la generación de los años sesenta".

Tampoco pierde la mirada hacia el Tenerife, que vendrá al Estadio de Gran Canaria como equipo de Segunda B porque "no cambiaron la mentalidad después de un año en Primera. Esta categoría es muy difícil. Hablé con Mandiá, que fue jugador mío en el Córdoba, y me dijo que la plantilla estaba fracturada, con muchos roces entre jugadores. Ahí está la clave de ese descenso".

VALORACIONES

"ALGUIEN DEBERÍA CONTAR QUÉ PASÓ EN EL CAMPO AQUEL DÍA DEL CASTILLA". "Íbamos perdiendo 1-4 al descanso con el Castilla y, en aquel momento, ya habían hablado con el señor Cappa para que viniera a sustituirme. Acabamos el partido 3-4 pero alguien de los componentes de aquel partido debería contar qué pasó en el campo aquel día contra el Castilla ... porque Ismael, por ejemplo, jugó a placer: entraba como Mateo por su casa. Hizo tres goles. Ahí lo dejo".

"CON GARCÍA REMÓN ESTABA HABLADO EN LA LIGUILLA". "Tengo constancia de que algunos señores habían hablado con García Remón para sustituirme durante la liguilla de ascenso, por si el equipo empezaba fallando. Pero aquello unió más al grupo, que fue capaz de soportar la presión que había a su alrededor".

"CHILI: GRANDÍSIMO FUTBOLISTA, PERO UN MAL COMPAÑERO". "De Chili futbolista sólo puedo decir que era un grandísimo jugador, pero también un mal compañero. Por eso habíamos decidido que no siguiera, porque en la caseta no le gustaba a nadie. Tenía problemas con todo el mundo. Pero advierto que era una persona muy inteligente".

"PIRRI ME PREGUNTÓ POR QUÉ SE HABÍA DISUELTO EL EQUIPO DE ELCHE". "Estoy convencido de que el equipo que ascendió de Segunda B habría hecho un gran papel en Segunda A. Hasta el punto que una vez, en el torneo de Maspalomas, Pirri me preguntó qué había sido del equipo de Elche y por qué se había disuelto. Reconoció que aquel fútbol le había gustado mucho".

"JUAN MANUEL TUVO UN PAPEL FUNDAMENTAL EN EL ASCENSO"."Conozco a Juan Manuel y sé valorar sus virtudes y sus defectos. En donde quiera que esté tendrán que soportarlo como es. En la etapa en que me asistió en la Unión Deportiva tuvo un papel fundamental en el ascenso. Era mi mano derecha y siempre estuvo en su puesto. Su trabajo en la sombra no debe pasar inadvertido, como también el de otras personas que fueron determinantes en aquel éxito".

"LO DE VECINDARIO ME DOLIÓ MÁS PORQUE ERA UN CLUB MODESTO"."Lo de Vecindario me dolió más, porque se trataba de un club modesto. Me pude ir después del ascenso ya que recibí una oferta muy jugosa del Cartagena. Pero decidí quedarme porque estaba a gusto. A los nueve partidos me destituyeron porque un señor creyó que él y un preparador físico eran capaces de sacar al equipo hacia adelante. Y al final contrataron a Castro Santos ganando cinco o seis veces más que nosotros para llegar al mismo sitio, el descenso. Estoy muy dolido. Y además, todavía me deben la prima del ascenso, pero ..."

"SIGO UN AÑO MÁS EN EL TELDE"."Me llamaron y tratamos de resucitar a este equipo. Nos han faltado un par de semanas para poder aspirar a luchar por el ascenso a Tercera. Quizá el año próximo. Estamos orgullosos con el trabajo realizado a pesar de las dificultades porque la junta directiva ha debido liquidar deudas del pasado. Me he comprometido a seguir un año más en el club".

Pacuco Rosales posa con los jugadores de la UD Telde antes de un entrenamiento en el Estadio Pablo Hernández. (C. Torres)