La operación del traspaso de Jonathan Viera al Granadaha quedado finalmente abortada por la no voluntad de salida del jugador grancanario. El futbolista mantuvo en la noche del sábado una amplia reunión con el presidente Miguel Ángel Ramírez y el asesor del club amarillo Juanito Rodríguez, en presencia de su representante Pedro Bravo. Y tras el contacto ratificó la decisión de no abandonar la disciplina de la UD Las Palmas al menos hasta el mes de junio próximo, un año antes de que extinga su compromiso con la entidad materna y seis meses antes de que pueda establecer 'reglamentarias' negociaciones con otro club.

"No conocemos la oferta del Granada", dijo en Alcorcón tras el partido a los enviados especiales grancanarios Pedro Bravo. Sin embargo, según ha conocido Tinta Amarilla.es, la potente apuesta económica del club andaluz por el jugador contemplaba un contrato de cinco temporadas y un salario de un millón de euros anuales para el futbolista. Además, en caso de que el Granada perdiera la categoría, se abría la posibilidad de una cesión a otro equipo de la Primera División para que Viera mantuviera la proyección dentro del fútbol español. Estas condiciones tan ventajosas para el futbolista, además de las comisiones correspondientes por el traspaso, fueron negociadas por la UD Las Palmas con Enrique Pina, presidente granadino, y expuestas en el restaurante madrileño a Viera y Bravo. Pero el jugador se mantuvo intacto en su determinación.

La posición actual de la UD Las Palmas para negociar una salida del internacional sub'21 era la óptima puesto que le habría permitido ingresar los tres millones de euros de la operación, así como el quedarse con las cláusulas adicionales del 15% de una segunda venta y de la prima extra de 150.000 euros en caso de que este futbolista alcanzara la internacionalidad absoluta.

El futbolista ya ha regresado con sus compañeros de Madrid y comenzará a preparar el encuentro del sábado próximo contra el Guadalajara.

En el club grancanario estiman que esta demora en la marcha de Viera puede significar la pérdida final de una recaudación razonable en su traspaso, aunque la cláusula de los seis millones de euros se mantiene como punto de partida en cualquier futura negociación. Pero, tal y como está el panorama económico actual, es una cifra inviable y una venta en la mitad de esa cantidad se estimaba compensatoria o muy satisfactoria para el club. En junio estará la solución sin dejarse de descartar que el futuro de Viera sea finalmente rojiblanco o amarillo.