Será complicado que un club modesto como la UD Las Palmas vuelva a presentar un tridente goleador tan extraordinario como el que tuvo en sus filas en la temporada 1995-96, la del ascenso que este miércoles 22 de junio conmemora el decimoquinto aniversario: Eloy Jiménez (24 tantos, cinco de ellos en la liguilla), Orlando y Chile (ambos con 19 goles) firmaron en aquella explosiva campaña la friolera de 62 dianas en los 44 encuentros de la Liga regular y promoción a Segunda A. Ese fue un balance realizador altísimo en el que además se combinaba el fútbol delicado del grancanario, la velocidad y puntería del pundonoroso manchego y la astucia del cántabro. El tridente del gol tuvo una importancia vital en el objetivo que alejó a la UD Las Palmas del infernal escenario de la Segunda División B.

Juntar este trío a las órdenes de Pacuco Rosales fue, cuando menos, curioso por el camino que transitaron las negociaciones. Las Palmas fichó primero al delantero suplente del Levante UD, Julio Engonga, para días después también incorporar en la pretemporada al titular Eloy Jiménez. Engonga no funcionó (cortado en la jornada 12) pero sí el cántabro Chili Allende, entonces asesorado por Quique Pina que resolvió sus problemas en el Racing de Santander en el destino canario. Chili debutó en la jornada decimotercera, en Pontevedra, y a partir de entonces la UD Las Palmas multiplicó su efecto realizador en el campeonato del grùpo I de la Segunda B.

La firma de Eloy en la fase regular estuvo en 19 tantos, 10  en el Estadio Insular y 9 en los desplazamientos. Le siguió Chili, con 17 goles (8 en casa y 9 en las visitas), mientras Orlando terminó con 15 (diez de ellos a domicilio). De esos 51 primeros goles del tridente, sólo tres se fraguaron con remates de cabeza. Porque el fútbol fluido que practicaba Las Palmas era a ras de suelo una trituradora.

La confirmación de esta maquinaria realizadora se produjo también en la liguilla de ascenso frente a Gimnastic de Tarragona, Cultural Leonesa y Elche. Eloy añadió cinco goles más para completar sus 24, Orlando incorporó cuatro tantos para terminar la campaña con 19 y finalmente Chili anotó dos, con un total también de 19. En este etapa de la competición saltaron las alarmas cuando, por un acto de indisciplina, Chili fue objeto de una sanción interna por parte del cuerpo técnico. Todo se arregló pero al final de temporada fue el primero en causar baja.

En total marcaron 62 goles, en un equipo donde añadieron Ángel Rodríguez (10), Eduardo Ramos (7) y Eléder (5), quienes tuvieron sus momentos de gloria personal. Eloy (dos), Orlando y Chili fueron precisamente los autores del 0-4 que el 22 de junio de 1996 coronó la espléndida temporada del equipo, con el ascenso matemático en el Martínez Valero de Elche.

La virtud del consejo de administración dirigido por Adrián Déniz fue confeccionar aquella plantilla con recursos limitados. Y una de las lagunas de Gerencia Deportiva, sin embargo, fue deshacerla para soñar con el paraíso.