Emotivo reencuentro de la selección que ganó el 1 de abril de 1962 el título de España y que provocó un seísmo en la sociedad grancanaria
El RC Náutico de Gran Canaria, entidad centenaria tan unida al deporte del balompié también, fue el escenario este domingo donde un baño de recuerdos empapó a la selección de Las Palmas que el 1 de abril de 1962 se proclamó campeona de España. Allí estuvieron todos sus componentes, a excepción de los ausentes José Manuel León y Gustavo (fuera de la Isla por asuntos personales) además de los fallecidos Molowny, Velázquez (técnicos), Santiago y Rafael (porteros).
Cada conversación fue un cruce de recuerdos y el capitán de aquellos Diablillos Amarillos, Pedro Lasso, acertó a decir en su exposición pública que la de las Boda de Oro era una cita memorable, que "espero repetir antes de otros cincuenta años porque entonces no tengo seguridad de conocer la dirección de cada uno".
Los Diablillos, pasados tantos sños, mantienen ese fino humor y camaradería de entonces. Como equipo nada cambia en ellos, sólo las huellas del tiempo en la piel. Porque en esencia mantienen el espíritu juvenil y de mutua solidaridad que les coronó en el célebre encuentro de La Condomina, frente a la selección de Castilla (5-3). El momento más emocionante de la mañana se produjo, precisamente, cuando a instancias de la Federación Interinsular de Las Palmas se procedió a emitir una breve entrevista telefónica reciente con el capitán del equipo rival, el madridista Pedro De Felipe, quien felicitaba a los campeones y les recordaba orgulloso por haber disputado aquel partido tan entrañable. Escuchar a un ilustre adversario tanto tiempo después con gestos de nobleza deportiva conmovió a los asistentes en el acto, especialmente al hombre que le estrechó la mano en los prolegómenos, Pedro Lasso (foto inferior izquierda).
Uno a uno, cada Diabillo fue recibiendo de manos del presidente de la Federación Insular, Antonio Suárez, los presentes conmemorativos de una jornada histórica (Tinta Amarilla la refleja en su revista digital, que se puede consultar online). Incluso en ausencia de los futbolistas ya desaparecidos estuvieron Dolores Pérez (hija del portero Pedro), Ángeles (viuda del también portero Santiago), Miguel Ángel (hijo del segundo entrenador Antonio Velázquez) e Isabel (nieta del técnico Luis Molowny). Les acompañaron los jugadores Lasso, Óscar, Antonio Juan, Rafael, Mujica, Oramas, Lolín, Germán, Ramírez, Megido, Castellano, Samper, Blanco, Pepillo, Cipriano, Manolo Martín y Cachicha.
SALA DE TROFEOS Y MURAL
Antonio Suárez avanzó que la Sala de Trofeos de la Federación Territorial de Las Palmas pasará a tener la denominación de Diablillos Amarillos y que la UD Las Palmas dedicará un gran mural de la célebre formación de 1962 en su sala vip del Estadio de Gran Canaria, que completará la magnífica galería histórica del club que ha ido realizándose bajo la dirección del historiador Antonio De Armas y su equipo de la Fundación de la entidad.
En representación del club de Pío XII intervino precisamente su historiador, Antonio De Armas, quien resaltó los valores de "mérito y popularidad" que aquella gesta diabólica impregnó en la sociedad grancanaria de los años sesenta. E hizo hincapié en todos aquellos aspectos que rodearon lo que él entiende como el resurgir del fútbol en la capital grancanaria con la conquista de esta "irrepetible generación" de jugadores.
El consejero de la UD, Rafael Méndez, y el director general, Patricio Viñayo, asistieron en representación del club, ya que el presidente Miguel Ángel Ramírez se encontraba de regreso desde Valladolid. Félix Noda, ex jugador, lo hizo en representación del Instittuo Insular de Deportes. Los actos continuarán el 14 de abril, cuando los Diablillos Amarillos realicen el saque de honor en el estadio de Gran Canaria en el partido de Liga contra el Recreativo de Huelva.
Alineación titular de la final del 1 de abril de 1962:Oramas, Martín, Rafael, Paco Castellano, Mujica, Lasso y Megido (añadido en ausencia de José Manuel León); agachados: Lolín, Germán y Oscar. Esa es una formación de leyenda en la que está ausente, por su fallecimiento, el portero Santiago. (C. Torres)