T.A.

El litigio entre la UD Las Palmas y Manuel García Navarro ha entrado en una nueva dimensión después de que el ex presidente del club presentara la pasada semana una demanda de embargo por cuatro millones de euros, reclamo de deudas que el club considera extinguida por condonación de aquel.

La noticia fue avanzada por la Cadena Ser este lunes, generándose la lógica preocupación por el riesgo que conlleva una medida de tal calibre para el inminente futuro de la entidad en el caso hipotético de que se produzca una ejercución. De ser así, la UD Las Palmas sufriría una parálisis administrativa en plena crisis económica general.

Tras casi dos años de negociaciones y desencuentros con el consejo de administración, García Navarro ha movido pieza de esta forma tan contundente. En el club se conserva un prudente silencio para regularizar una estrategia ante el titular del Juzgado de Lo Mercantil.

Este paso paraliza una vez más cualquier posibilidad de cierre del concurso de acreedores del club grancanario, el primero del fútbol español y aún sin poder resolver toda la tramitación.

El alejamiento de García Navarro con el actual consejo es absoluto; desde la pasada temporada no tiene presencia en el palco del Estadio de Gran Canaria o en los actos de la entidad.