Un canario en el país de las vuvuzelas
06/07/2009

Jesús Suárez abandonó en junio su puesto como preparador físico de la UD para asistir a Antonio López en el Mamelodi Sundowns, líder de la Liga sudafricana: "Vivo mi propio cuento de hadas"

Un día del pasado mes de junio Jesús Suárez (11 de octubre de 1971, Gáldar) tomó una de las decisiones más difíciles de su vida. Abandonó su plaza, tras ocho temporadas, como preparador físico de la UD Las Palmas y aceptó la oferta profesional de asistir al técnico español Antonio López en el club Mamelodi Sundowns, de Sudáfrica. Viajó al país del último Mundial de fútbol, el lugar donde las vuvuzelas aún emiten su punzante zumbido. A punto de acabar la temporada, Suso se felicitarse por haber aceptado una aventura que le enriquece en el aspecto humano y profesional. "Todo ha salido perfecto", admite. "Me he amoldado a un país magnífico, que no tiene nada que ver con lo que se había contado antes de mi partida. Sudáfrica está en plena proyección, con un nivel de vida extraordinario en contraste con zonas de pobreza, y con una pasión por el fútbol desbordante. Desde el primer momento todo me ha salido a pedir de boca porque aproveché los primeros días allí para presenciar la recta final de la Copa del Mundo. Vi el España-Paraguay y estuve, incluso, en la gran final contra Holanda, muy cerca de los padres de David Silva y Pedrito. Fue un partido espectacular y podré decir a mis nietos que yo estaba allí el día que Iniesta marcó el gol que nos hizo campeones del Mundo. Fue algo único, como el tanto de Marcelino a Rusia en la Eurocopa. Estoy viviendo mi propio cuento de hadas y soy consciente de ello".

CUARTETO ESPAÑOL

Jesús Suárez trabaja en uno de los clubes dominantes de la Premier sudafricana. "Mamelodi es un suburbio de Pretoria, a pocos minutos, aunque yo vivo Johanesbugo que está a cuarenta kilómetros de distancia. No nos falta de nada porque la oferta es económicamente muy buena, hasta final de temporada, y además el club lo preside el tercer hombre más rico de África, Patrice Motsepe, que posee minas de oro, platino, ... un hombre muy generoso y apasionado del fútbol. El equipo técnico al completo era español, con Antonio López, Miguel Martínez (segundo), Jon Pascua (entrenador de porteros) y yo. Tenemos un buen conjunto integrado por jugadores del país y algunos internacionales de Mozambique y Zimbaue. Podemos dar la sorpresa en la Liga". Sin embargo, López dimitió en febrero tras unos incidentes en un partido. Suso prosigue con su labor hasta el final de temporada".

El trabajo de Jesús Suárez con los futbolistas africanos es exigente porque la competición está condicionada por el poderío físico de jugadores muy atléticos: "a diferencia del fútbol europeo, en Sudáfrica falta un poco de disciplina táctica y quizá mentalidad ganadora. Pero físicamente estos jugadores son impresionantes. En las pruebas de velocidad, por ejemplo, en todos los equipos hay futbolistas más rápidos que otros, con unos porcentajes similares. En el Mamelodi todos son veloces y resistentes. Son flechas humanas".


SHOW EN EL CALENTAMIENTO
El galdense disfruta especialmente con los preparativos de los encuentros, por el espectáculo en el interior del vestuario: "como la propia selección del país hacía, todos los equipos cantan y bailan antes de llegar al terreno de juego o incluso en él. Los nuestros realizan un show muy motivante, cantando en zulú sus letras. No sé lo que dicen pero es muy divertido verles. En todo el país no encuentras más que amabilidad y gente sonriente, dispuesta a echarte una mano y ser tu amigo. El sudafricano de color, que es el que le gusta el fútbol, es una persona cariñosa y radiante. El blanco, en cambio, prefiere más el rugby. Vivir entre ellos te reconcilia con la humanidad porque compruebas que con nada puede alcanzarse la felicidad".

Ha observado que los efectos del Mundial se mantienen seis meses después de que España se proclamara allí campeona. "Hemos estado en estadios con 90.000 espectadores en nuestros encuentros. Todos cantando, sin dejar de sonar las famosas vuvuzelas y otros instrumentos con los que acuden al campo. En el terreno de juego no les puedes decir nada a los jugadores porque el ruido es ensordecedor. El graderío es en sí todo un espectáculo porque la gente acude disfrazada y dispuesta a cantar y bailar antes, durante y después de los encuentros, con independencia incluso de los resultados. El Mamelodi tiene su propia afición fácilmente identificable porque visten de amarillo. A nuestro equipo se le conoce como 'los brasileños', por el color de las camisetas. Se sigue muy de cerca el fútbol español y el inglés, cuyos partidos son televisados en abierto".

EL CORAZÓN DE ÁFRICA
Jesús Suárez aprovecha sus días de permiso para conocer mejor el país. "He realizado incluso algún safari, durmiendo en casetas de campaña en pleno corazón de África. Es impresionante escuchar por las noches el rugido de los leones. La vida salvaje explota por todas partes. Incluso en algunos hoteles tienen que poner algún sistema eléctrico para que los elefantes no invandan sus zonas verdes". También ha tenido la oportunidad de conocer en persona a su primo, Antonio Godoy, un canario residente en Ciudad del Cabo desde hace cuarenta años.

"Esta es la experiencia de mi vida", proclama mientras advierte que no puede seguir las evoluciones de la UD Las Palmas salvo por internet. "Ni siquiera voy a tener la oportunidad de ver el próximo encuentro en el Estadio de Gran Canaria porque regreso el día primero de enero. Tenemos hasta mayo una competición muy dura en la que defenderemos el primer puesto de la clasificación. Creo, incluso, que podemos renovar el contrato pero eso dependerá del desenlace de la Liga. Pero, hasta ahora, que me quiten lo bailao".

Jesús aprovecha sus últimas horas antes de cerrar de nuevo el equipo y reanudar su aventura. "Lo peor son las horas de vuelo y los aeropuertos. En este tramo final de la Liga vamos a conocer un poco más el país. Ni siquiera echo de menos el clima que, por momentos, parece el de Canarias".

UNA VIDA DIFERENTE: COMPRAR LA LUZ EN EL SUPERMERCADO. "Hay algunos cambios muy significativos en la vida sudafricana. Por ejemplo, la luz de los hogares se compra en los supermercados. Pagas por una tarjeta que tiene un código y, al llegar a casa, lo introduces en un aparato que indica la cantidad que falta por consumir. Así que cuando estás en casa tienes que mirarlo como si acudieras a la nevera: ¿cuánta luz me falta?. Además, es muy barata. Pagamos cuatro o cinco euros al mes".

DOS ALMUERZOS ANTES DE JUGAR."Existen hábitos que no hemos podido alterar todavía. Los jugadores almuerzan dos veces antes de los partidos, algo impensable en el fútbol europeo. Y, después, también cenan. Lo hemos aceptado pero si continuamos en el club tendremos que introducir otros sistemas de alimentación para mejorar el rendimiento deportivo".

EL ZULÚ, IDIOMA ALTERNATIVO."Acudo a clases de inglés para perfeccionarme. Es el idioma de contacto con los futbolistas pero cuando ellos quieren hablar sus cosas lo hacen en zulú. No entiendo una palabra".

Manuel Borrego

 

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