Rivales, amigos y compañeros
04/06/2011

Ex jugadores de la UD Las Palmas y CD Tenerife compartieron mesa y mantel en el Restaurante 'La Casa Vasca' para hablar del derbi del pasillo y de los de antaño

En veinte metros cuadrados, en uno de los salones privados del Restaurante La Casa Vasca (de la Avenida Marítima), se reunió un gran pedazo de la historia de la UD Las Palmas y del CD Tenerife. Ex jugadores de ambos clubes, todos ellos militantes en épocas doradas del equipo grancanario, volvieron a encontrarse para compartir mesa y mantel; y para poder hablar de sus apasionantes derbis y del actual. Este clásico canario que baja el telón de la temporada 2010-11 ha carecido de muchos ingredientes, pero no deja de ser el motivo principal para que el reencuentro de amigos, compañeros y rivales que lo fueron, con los sabores de un escenario excelente y el mejor fútbol de una época inimitable.

Martín Marrero, Justo Gilberto, Gilberto I, Correa, Ernesto Aparicio, Vegazo, Ulacia, Oregui, Bosmediano, Federico Páez, Germán y Paco Castellano ... y no hace falta ninguna otra presentación. Claro está que en el grupo, además de ex futbolistas, habían ex entrenadores de la casa amarilla (Castellano y Germán) y un técnico que supo salvar en 2003 al CD Tenerife de una delicada situación que adivinaba la posibilidad del descenso. Nos referimos a Martín Marrero, quien no nos pudo ocultar la sorpresa mayúscula que depara la situación con la que el conjunto blanquiazul afronta el derbi más duro de su historia: "Lo que ha sucedido esta temporada es inexplicable", avanza. "No se le encuentra una lógica a este desenlace del descenso. Se han cometido muchísimos errores, que pudieron empezar desde la misma idea con la que se partió tras el descenso de Primera División. Lo que quiera que ocurrió ha dejado a la afición muy mosqueada porque en un año pasas de jugar entre los grandes del país a la Segunda B. Quizá el primer error fue plantear el ascenso sin antes garantizar la permanencia. Los proyectos hay que darlos paso a paso".

Martín sufre en sus carnes este drama blanquiazul. Y no entiende cómo el presidente Miguel Concepción lanzó el anzuelo a comienzos de temporada con la célebre frase del pasillo. "Son cosas que dicen los dirigentes sin pensarlas bien. Se les va la cabeza quizá impulsados por cierta euforia", argumenta. "El equipo ha tenido una presión añadida y ahora llega al Estadio de Gran Canaria para afrontar un encuentro totalmente distinto al que se había pronosticado. Es una pena muy grande, pero así debemos afrontarlo". Y sobre la posible no continuidad de David Amaral al frente de la dirección técnica argumenta que "son sólo rumores que aún se han de definir. El club tiene que pensar quién es la persona idónea para salir de esa categoría, que no será un camino fácil".

Volver a ver juntos a tanta gloria despierta emociones. Los amigos que hicieron grande a la Unión Deportiva Las Palmas siguen unidos a pesar de los años y, ajenos al rigor del protocolo (fueron también invitados al almuerzo oficial de los clubes en el Estadio de Gran Canaria), encontraron su pequeño rincón para hablar en amarillo y azul y en azul y blanco ... para hablar de sus cosas.

El grupo, sentado en el salón del restaurante La Casa Vasca. (C. Torres)

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