Un año después de fichar por la UD Las Palmas, Jonathan Ñíguez abandonó la entidad sin haber disputado un encuentro de carácter oficial con la camiseta amarilla. Sí lo hizo esta pretemporada en varias amistosos, pero su cesión al Mirandés y ahora la rescisión de contrato, para incorporarse al Guadalajara, le impiden cumplir el objetivo de inaugurar la estadística del club grancanario.

No es un caso insólito a través de la historia de la entidad sexagenaria, puesto que otros jugadores contratados como refuerzos pasaron este calvario personal. Los primeros casos pertenecen a porteros, como Salvador Estornell (1969-70) y el uruguayo Nilson Bertinat (1978-80). El primer llegó al club procedente del Sagunto, en una etapa de efectivo engranaje del equipo amarillo que venía de ser subcampeón de Liga, mientras el charrúa de Río Negro fue suplente del mundialista Daniel Carnevali, que en momento alguno cedió paso a su indiscutible titularidad. Bertinat llegó a Las Palmas procedente del CD Tenerife.

MENDIGUREN

Hubo que esperar hasta 1996 para que apareciera el caso más conocido de futbolistas con kilometraje a cero en la UD Las Palmas. Ese es el centrocampista vasco Ricardo Mendiguren, quien se resintió en la isla de una lesión que había padecido en el Athletic de Bilbao. Su etapa en la Unión Deportiva Las Palmas la cubrió entre idas y venidas a los médicos de acá y de acullá. La UD Las Palmas fue la última empresa de la Liga Profesional donde ingresó en nómina sin lucir la camiseta amarilla salvo en su presentación. Fue una gran decepción su fichaje, en la etapa inaugural de Gerencia Deportiva.

Un buen puñado de jugadores del exterior con licencia en el club grancanario sólo llegaron a cubrir un sólo encuentro oficial. En este grupo podríamos encontrar a Cástulo (1953), Artabe (1954), Echániz (1961), el portero internacional sub'21 serbio Iván Randjelovic (1996), el argentino Sebastián Clotet (1999), Silvano (2002) y Vicente Moscardó (2004).

OKTAY, GRANDE, FRANCO, ... BORZANI

Y en un grupo mayor de futbolistas estarían incluidos una tercera lista de profesionales amarillos que no superaron al menos cinco encuentros oficiales. Entre ellos, quizá los más señalados, serían los del turco Oktay Derioglu (dos encuentros, 2000), Hernán Franco (cinco partidos, 1998), Andrés Miguel Grande (dos partidos, 1996), Diogo María (tres encuentros, 2002), José Luis Ceballos (cuarto encuentros, 1980, el jugador que procedía precisamente del Cruz Azul de México) o los más casos argentinos recientes a las órdenes de Juan Manuel Rodríguez: el Vasco Azconzálbal (dos partidos, 2007) y Leonardo Borzani (tres encuentros, 2011).

Habría que incluir también al mismísimo Luis Molowny, que en 1957 defendió la camiseta de la UD Las Palmas en tres ocasiones (un gol) en la etapa que significó su epílogo como futbolista, pero que combinó como entrenador-jugador.

Y caso aparte merece el medio brasileño Mauricio Fedatto (2003-04), un refuerzo de invierno fichado por Manuel García Navarro para ponerlo a las órdenes de David Vidal, en Segunda División. Fue un visto y no visto: en 24 horas llegó, fue presentado, se entrenó con el técnico gallego, los periodistas descubrieron que su curriculum profesional no era el divulgado y desapareció sin dejar estela. Ni siquiera se le llegó a tramitar la licencia porque el club reaccionó ... después del escándalo.

Jonathan Ñiguez, de amarillo tercero de pie a la derecha, en la primera formación de esta pretemporada en Tunte (C. Torres)