Setenta días sin ver la luz del sol
06/08/2011

33 mineros chilenos comenzaron su calvario hace un año en la explotación de San José. Entre ellos se encontraba un ex futbolista: Franklin Lobos, compatriota, amigo y compañero de Koke Contreras y Fernando Santís antes de que éstos vinieran a la UD Las Palmas

(Artículo publicado por Manuel Borrego en La Provincia hace once meses, al conocerse que Franklin Lobos, minero sepultado con sus compañeros en la mina chilena de San José, había sido compañero de Jorge Contreras y Fernando Santís)

Un pedazo de Chile sobrevive atrapado a 688 metros de profundidad, en la explotación minera de San José. La roca de más de una tonelada que taponó la puerta hacia el sol el pasado 5 de agosto mantiene a 33 mineros en las entrañas de la tierra, en el desierto de Atacama. Las imágenes de su capacidad de resistencia son un estímulo que recogen los cientos de personas que acampan en las inmediaciones para transmitirles la esperanza de que algún día volverán a ser libres. Uno de los infortunados operarios es el ex futbolista Franklin Lobos (53 años), cuya presencia en esta epopeya del Siglo XXI ha despertado la solidaridad del fútbol mundial. Lobos tuvo una amplia trayectoria deportiva en distintos equipos de su país donde, en los años ochenta, enlazó con dos jugadores chilenos que militaron en la Unión Deportiva Las Palmas: Jorge Contreras y Fernando Santís.

"Jugué con él en el club Regional de Atacama", recuerda Koke desde Chile. "Estamos muy sensibilizados por esta tragedia que afecta a tantas familias. Lobos es un jugador muy querido por aquí y su drama, junto al de los otros mineros, nos conmueve muchísimo. Todo el país está pendiente de lo que ocurre en la mina con la esperanza de verles vivos en el exterior", afirma.

Koke Contreras conoció a Lobos en sus inicios balompédicos. Apenas con 21 años, el que fuera ídolo de la UD Las Palmas tuvo al Mortero Mágico (así le llamaban en el club de Copiapó) un referente futbolístico. En el club Regional de Atacama coincidieron dos temporadas (1981 y 82), con un ascenso a la Primera División: "Fue mi primer éxito profesional. Estaba en el Regional a préstamo, cedido por el Palestino", recuerda Contreras. Franklin destacaba por su peculiar estilo de lanzar las faltas, ya que era el responsable de esta especialidad en los equipos en que militó. Y, sin duda, se convirtió en un icono para Koke, quien más tarde (desde 1983 a 1989) ofreció con la camiseta amarilla recitales en la ejecución de los libres directos. "En aquella época ensayábamos juntos, aunque él no era tan efectivo como lo fue después en Cobresal. Franklin era un magnífico futbolista, un compañero muy alegre con una vida algo desordenada. Quizá por ello no llegó más lejos en el deporte".

LA SOLIDARIDAD.Contreras fue uno de los primeros deportistas que se interesaron por la situación de los mineros. Koke vive actualmente en Calama, en el norte de Chile (Antofagasta). Es el técnico asistente del entrenador Mario Soto en el club Cobreloa, otra entidad vinculada a la minería: el cobre y el río Loa se funden en el nombre del histórico equipo que se mantiene en la Primera División. "Chile es muy largo. Desde donde estoy hasta la mina hay más de diez horas en bus [guagua]. Pero mi corazón está con Lobos".

El Club de Deportes Regional de Atacama vivió su época dorada en los años ochenta, con Franklin Lobos. Pero su progresivo declive culminó en 1998 cuando desapareció. Hace un año, Koke y Lobos volvieron a coincidir en un partido de carácter amistoso que sirvió como despedida del viejo estadio Luis Valenzuela Hermosilla. Desde entonces no tuvo noticias de Franklin hasta que su nombre apareció en la lista de atrapados en la mina. "Muchos de los jugadores que pasaron por estos equipos no hicieron fortuna y sus vidas se vincularon tras el fútbol a la mina, porque sus familias también eran de origen minero. Lobos hacía de todo. Era el que transportaba a sus compañeros en el interior de la explotación", señala Koke. En realidad, según admiten sus familiares, Frankin Lobos llevaba una vida intensa de trabajo, pues, al margen de sus actividades en la mina San José, los días de libranza los ocupaba como conductor de un taxi e, incluso, era mecánico.

PREOLÍMPICO.Franklin fue un jugador muy popular en Chile. Deportes Antofagasta, La Serena, Santiago Wanderers, Iquique, Unión La Calera o Cobresal disfrutaron de sus cualidades hasta que colgó las botas a los 40 años. Con él también se cruzó el ex amarillo Fernando Santís. Compartieron proyecto en la selección nacional de Chile que actuó en el preolímpico de Los Ángeles 1984. Sin embargo Lobos fue descartado en la convocatoria final que participó en Pasadena. Pero no Santís, quien, tras su excelente actuación en el torneo olímpico, acabó firmando contrato por la UD Las Palmas. Antes, pudieron haber coincidido en otro histórico del fútbol chileno: el Cobresal, club representante del asentamiento minero de El Salvador. Cuando Santís dejaba la entidad, llegó Lobos, que fue uno de los maestros del joven Iván Zamorano, años después referente del fútbol chileno. Bam, Bam lidera hoy las iniciativas de los deportistas del país andino para que su amigo no caiga en el olvido.

En Copiapó, donde está el hogar de la familia Lobos a 45 kilómetros de distancia del agujero de San José, esperan que se complete el milagro. Koke también: "Tengo unas ganas enormes de verle y darle un fuerte abrazo. Nadie puede imaginar lo que están sufriendo allá abajo. Y nosotros también aquí afuera".

Manuel Borrego

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70 días después del derrumbe, los 33 mineros fueron puestos a salvos en una operación audaz. Lobos (el número 27) y Contreras sostienen su amistad fraguada en el fútbol

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