Por José Hernández
La Liga acaba de comenzar y la Unión Deportiva se ha enfrentado a dos recién ascendidos de la Segunda División B que tratan de consolidarse en la categoría de plata, puntuando en las primeras jornadas donde aún no los conocen y juegan a sorprender. Guadalajara y Alcoyano son dos equipos que a priori no parten con proyectos muy ambiciosos, y sus objetivos es la permanencia, y Las Palmas, ante estos dos conjuntos, ha sacado cuatro puntos, con muchas dificultades, más de las que nos podríamos imaginar.
El debut liguero en Guadalajara se afrontó con bajas sensibles, sobre todo en defensa, y a partir de la media hora se jugó con un hombre menos por la injusta expulsión de Sergio Suárez. En esa ocasión Vitolo resolvió para empatar un partido que se había puesto cuesta arriba, y esa misma ascensión, la tuvieron que superar el sábado, en el Gran Canaria, ante el Alcoyano, a raíz de que el gallego Amoedo observara como violenta la entrada viril de Hermer sobre Gato. Menos mal que el socio de Vitolo, Jonathan Viera se encargaría de hacer justicia en el marcador, con una maestría y calidad que avalan su categoría futbolística que está puliendo en las filas amarillas. La expulsión de Juan Manuel cuando faltaban treinta segundos para que pitara el final, con la UD por delante en el marcador ya, solo tiene dos explicaciones. La primera, que Amoedo estaba ya cansado de tantas protestas del infatigable técnico, o que tenía ganas de asumir más protagonismo y se fue a por el entrenador. Estaba, a mi juicio, de más esa expulsión.
Jugar con un hombre menos tanto tiempo tiene un coste adicional que hay que valorar. En el último caso (ante el Alcoyano), la victoria se consiguió in-extremis, que produjo una explosión de alegría en el graderío, y que fue justa recompensa a los méritos realizados por ambos equipos. Se sufrió mucho, muchísimo y Juan Manuel, que de esto sabe lo que no está escrito, habrá realizado su valoración y tendrá que ajustar más sus ensayos para subsanar errores. Se tuvo la fortuna de tener a un inspirado Viera en la línea de gol, pero ya se pensaba en que batir a Maestro iba ser imposible.
No podemos caer en el error de estar pensando en persecuciones árbitrales. Recurrir a ese argumento es fácil, y poco constructivo. Los errores de los colegiados existen y seguirán en un futuro. Con ello no le quitó la razón a Juan Manuel cuando pide equidad en las decisiones, sobre todo, cuando pocos minutos antes de la entrada de Hermer, Jonathan Viera había salido por los aires tras una patada que no mereció para el colegiado, ni la tarjeta amarilla.
Superados los dos primeros escollos de la temporada llega el doble desplazamiento, Copa y Liga. En Balaídos, todo puede suceder porque para eso es la competición del k.o., donde en las últimas temporadas la UD Las Palmas no ha estado afinada que digamos, y en la Liga esperemos que ante el Nastic se llegue a finalizar los noventa minutos con once jugadores sobre el terreno de juego, y claro, con algún puntito en el casillero, que sumar es el objetivo.