Decía recientemente Lucas Bravo de Laguna que estaban barajando diversas opciones para conformar el equipo de personas del nuevo consejo de administración del Club Gran Canaria de baloncesto y apuntaba el consejero del Cabildo, en unas declaraciones a Canarias7, que sería idóneo que varios empresarios se agruparan para formar un grupo fuerte económica y socialmente, para así poder afrontar la campaña en ACB. Ello supondría que la Corporación Insular tuviera que invertir menos en esta Sociedad Anónima que lleva regentando y sosteniendo desde 1992, en junio próximo hará veinte años.

La idea del consejero no es nueva. De hecho, uno de sus antecesores en el cargo la llevó a efecto en 1996 con la Unión Deportiva Las Palmas, cuando Gonzalo Angulo entregó una SAD saneada y a cero, tras el ascenso a Segunda División A, a Gerencia Deportiva que la conformaban cuatro grandes empresarios (Germán Suárez, Angel Luis Tadeo, Eustasio López y los hermanos Dominguez)., con participación a partes iguales. A priori el proyecto era bueno, pero no pasaron dos años para que esa unión (¿) se rompiera, y tras el año presidencial de Germán y el de Angel Luis, le tocaban a los hermanos Dominguez que no llegaron a ocupar el sillón.

Fue en ese momento cuando intervino de mediador José Carlos Mauricio, quien dio entrada a compartir mesa, pero como presidente, a Manuel García Navarro, que no pudo tampoco arreglar el desaguisado de Gerencia, que poco a poco se fue diluyendo hasta prácticamente quedar Germán Suárez sólo, aunque bastante apartado del día a dia, sin querer tener ningún protagonismo. Luego, ya se sabe lo que ocurrió, con la Concursal, la intervención del Juez Cobo Plana y la llegada de Miguel Angel Ramirez al club, su actual mandatario, teniendose que rascar el bolsillo cuando la situación la demanda. Lástima que aún se continue sin cerrar el concurso por el pleito con García Navarro.

Con todo ello sólo queremos recordar la experiencia negativa que se tuvo con Gerencia Deportiva, para que no se vuelva a repetir con el Gran Canaria de baloncesto. La pelicula al principio es muy bonita, pero luego en el día a día, cuando comienza las dificultades y hay que poner dinero, vienen las discrepancias. Sabemos que no es lo mismo el club de fútbol que el de baloncesto. Son normativas completamente distintas, pero si está claro que para vivir en la élite hay que gastar mucho dinero y si Lucas Bravo busca empresarios dispuestos a ello, con los momentos de crisis que vivimos, va a tener dificultades, salvo que se le ofrezcan otras compensaciones. Es una tarea complicada la del consejero del Cabildo, porque primero tendrá que ponerse de acuerdo con los suyos en Bravo Murillo, para luego tratar de conformar un consejo que también se implique en la inversión económica de la Sociedad.