"Entrenar es más un arte que una ciencia"
01/11/2011

El seleccionador Del Bosque expone una magnífica conferencia en la capital grancanaria donde desnuda el perfil del entrenador aspirante al éxito

Cuando José Antonio Ruiz Caballero, maestro de técnicos grancanarios, le entregó el turno de palabra para que Vicente del Bosque desnudara su mente ante la audiencia que anoche cubrió los asientos en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, provocó que el seleccionador descubriera que "me da pereza hablar del Mundial". Roto el hechizo previo, Del Bosque aclaró que vino a Gran Canaria, invitado por la Federación de Fútbol de Las Palmas que celebra su ochenta aniversario, "para hablar del entrenador". El seleccionador y su fiel Toni Grande llevaron a la figura del estratega del fútbol a un diván para enumerar el compendio de cualidades necesarias que tienen como objetivo alcanzar el éxito. Fue por ello cuando, casi al final de su exposición, sintetizó sus argumentos con una sentencia: "entrenar está más cerca del arte que de la ciencia"

En realidad, Del Bosque ejerció su autoanálisis como profesional del balonmpié. Definió al hombre de la pizarra como un líder de grupo que basa su autoridad en unos planteamientos que no cuestionan los futbolistas a los que dirige porque "son claros y convincentes". Ese grupo "ha de ser sano y de buena calidad humana; esa esencia no puede perderse en un vestuario". A partir de ahí desarrolla su modelo de actuación. "La disciplina se establece con normas y respeto; no con broncas y miedos", añadió.

Muchas de sus frases iban acompañadas de ejemplos recogidos a lo largo de su trayectoria profesional en los banquillos, tanto en el Real Madrid como con España. "Quiero que sepan que me siento más cerca del fútbol modesto que de la élite", insistió. "Pero en cada parcela los problemas que se plantean tienen mucha relación. El entrenador está para cuestiones importantes, no para desgastarse en asuntos menores. Su liderazgo en el grupo se marca a través del convencimiento al futbolista". Por ello Del Bosque no cree "en un líder enfadado o cabreado; se trata de ser amable y a la vez exigente".

Su estilo de dirección lo ha implantado en la selección absoluta con sutileza. Desde la llegada trató de "no borrar las huellas del anterior seleccionador (...) Pero hemos de comprender una dificultad añadida porque los jugadores son empleados especiales que no tienen relación en otras facetas del mercado laboral: son jóvenes, cobran mucho y otros menos, ... son diferentes entre sí. En la selección, los que no juegan son titulares en sus equipos y no saben lo que es un banquillo. Pero hay que tomar decisiones por lo que a veces tenemos algún problema con los que denominamos como indignados", añadió con cierta sorna, una actitud que también avala porque resta trascendencia a los asuntos debatidos.

Del Bosque aboga por un estilo de dirección autodidacta porque "cada entrenador lleva su propia marca".

COHESIONAR UN GRUPO

Expuso, de igual forma, sus consejos para el paso más importante en el inicio de un proyecto deportivo: la cohesión de un grupo de deportistas. Enumeró los peldaños del proceso: ganarse la confianza de la plantilla con argumentos sólidos, conocer y compartir los objetivos del equipo, unir en el terreno de juego el talento individual con el orden colectivo, ser justos en las decisiones y especialmente con los más jóvenes, no ser inmovilista y realizar algunos cambios (piezas en la plantilla), adaptarse a los tiempos, cuidar las decisiones para resolver conflictos, ... Pero especialmente hizo hincapié en uno de los puntos: "El entrenador ha de emocionar a sus jugadores con su profesión. Para mi es clave este punto para definir bien el horizonte del equipo. Los jugadores apáticos no son válidos para un equipo", subrayó.

La escenografía ante los medios de comunicación ha de tenerse en cuenta. "Cada uno es como debe ser ante sus actuaciones con la prensa: sobrio, documentado y no empalagoso". El seleccionador pide que los técnicos cuiden sus declaraciones y "por ejemplo, tras una victoria o una derrota siempre dar la sensación de ser el mismo. Que quien escuche la rueda de prensa no sepa cuál es el resultado del partido en función de lo que dice o cómo lo dice el entrenador".

"Y, sobre todo, no dar privilegios a los medios de comunicación. Está perdido quien lo haga", añadió.

EL ENTRENADOR TAMBIÉN ESCUCHA

El comportamiento del entrenador-líder también está pautado: "hay que ganarse el respeto para mantener la autoridad, tiene que delegar tareas y no estar para cosas insustanciales, poseer toda la información de vestuario -puso como ejemplo la labor de Toni Grande, metido en todos los detalles de la selección-, hablar con los jugadores y escucharles para apoyarse en ellos, ... Muchos y muchos detalles. Creo que saber entrenar o mucha teoría puede no ser suficiente para conseguir resultados. Por eso entiendo que entrenar está más cerca del arte que de la ciencia".


David Silva en el ambiente

"Vicente, acuérdate de los jugadores canarios, que las mujeres de nuestra tierra siguen pariendo buenos futbolistas", le dijo Ruiz Caballero en el preámbulo de su intervención. El nombre de David Silva y su polémica reclamación de protagonismo en la selección merodeó toda la noche la mesa del escenario. Del Bosque sorteó con habilidad cualquier pregunta. Añadió a lo ya expresado tras el seísmo provocado por el futbolista del Manchester City que nunca se trató de una medida contra él por la derrota frente a Suiza, sino de una decisión táctica para mejorar el juego del equipo. "Me alegra comprobar que la UD Las Palmas ha dado un paso adelante con su cantera. Por aquí veo a Germán Dévora, que es una leyenda del fútbol canario. Los tengo presente siempre" en alusión a la petición realizada por Caballero.

Del Bosque aceptó preguntas de todo tipo pero cuando se le interrogó por el famoso 'dedo en el ojo' que aplicó José Mourinho en el incidente con el asistente de Guardiola, Tito Vilanova, simplificó su respuesta con "de eso no hablo".

Quizá la pregunta más ilustrativa o que ambientaba la velada fue la relacionada sobre su discurso a los futbolistas antes de la final de la Copa del Mundo, en Sudáfrica: "Es cierto que ganar el partido tuvo su parte de patriotismo. Les hicimos ver a los jugadores que éramos unos románticos del fútbol. Fue un discurso emotivo, pues les recordamos que muchas generaciones de futbolistas que habían representado a España no tuvieron la oportunidad que ellos iban a disfrutar (en la gran final contra Holanda). Salió bien".

EL SELECCIONADOR DEL PUEBLO. Vicente del Bosque aceptó todo tipo de preguntas y, cómo no, asumió su papel de seleccionador mediático cuando al final universitarios y entrenadores grancanarios inmortalizaron el momento con el estratega de La Roja, como muestra la imagen (BP)

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar