Esta misma temporada se produjo un ejemplo en Segunda División A muy ilustrativo: el portero del Xerez, Doblas, lesiona gravemente a Ion Vélez, del Girona, con una patada que luxó la rodilla del delantero después de llegar tarde el meta a un balón dividido. La acción, sin embargo, no mereció la falta. Este mediodía del domingo en el Anexo de Gran Canaria se pudo presenciar una acción similar (en su argumento) aunque felizmente resuelta sin lesión. El portero del Villa de Santa Brígida, Jonay, llega tarde a un balón dividido que remató Oscar Pérez. El meta abandonó sus dominios con la derecha por delante y golpeó de forma escalofriante el cuello del joven jugador del filial amarillo, después de que este cabeceara el balón.

La escena fue realmente espectacular porque ambos cayeron doloridos, pero el colegiado Francisco Melián Socorro optó por la resolución diplomática: saque de puerta ante el asombro general. El balón había sido rematado por Oscar Pérez y acabó fuera pero el golpe del portero, posterior, evidenció la comisión de un penalti por aplicación de juego peligroso.

El partido se resolvió posteriormente con el gol de Hernán, logrado de penalti, para los amarillos.