Menroco (su pseudónimo) ha sido dirigente, organizador y cronista de la etapa de esplendor del ajedrez grancanario
Acostumbrado a entrevistar, acostumbrado a informar de lo que acontece en el entorno del ajedrez, Andrés Armas Suárez no veía claro el por qué de hacerle un reportaje, sobre todo si él tiene la consideración de vocacional su aportación al mundo de las 64 casillas.
Evidentemente, quien esto escribe no opina de la misma forma, principalmente porque en la mayoría de las ocasiones quienes desarrollan una actividad como la suya y en un terreno tan complicado como el organizativo, no suelen ser conscientes de la importancia y la relevancia de la labor que realizan o han realizado, principalmente por la nobleza, si se me permite la expresión, de su trayectoria.
El Ajedrez va íntimamente ligado a la historia de Gran Canaria, tanto en el plano deportivo, como en el plano cultural, como en el plano sociológico, por lo que la afición y la consideración que hoy se tiene del juego-ciencia en nuestra isla no es resultado del azar, sino la consecuencia de un trabajo serio, en muchos casos anónimo, que deben conocer la nuevas generaciones y por qué no, rememorar quienes participaron en una fantástica aventura, que queremos hacer llegar a nuestros lectores a través de sus personajes y de las entidades que la hicieron y hacen posible en la actualidad.
Andrés Armas es una figura clave en lo que podríamos considerar un fenómeno sin precedentes, que se inicia en la década de los sesenta y que continúa hasta nuestros días con los vaivenes lógicos de una sociedad cambiante.
No ha sido precisamente un camino de rosas. Muchas fueron las dificultades para lograr que un deporte minoritario tuviera el arraigo con el que caló en la sociedad canaria gracias a la clarividencia que tuvieron personas como Juan Rafael Betancort, Juan Marrero Portugués o Pierre Joly Dumesnil, quienes supieron otear un futuro en el que las virtudes y bondades que podrían emanar desde el ajedrez, tuvieran el reflejo que se alcanzó posteriormente en la juventud canaria. Desde luego sin ellos no se entendería la solidez de unos cimientos que han permitido un 'edificio' tan rico en matices.
En el caso de Andrés hay un detalle muy importante, que marca la diferencia con respecto a otros artífices del 'milagro' y es el haber participado prácticamente desde el principio y seguir participando actualmente, a pesar de la zozobra que en momentos puntuales llegó a vivir el ajedrez y que gracias a su quehacer se pudo solventar manteniendo viva la "antorcha" encendida por Caissa, musa del ajedrez según la mitología Griega.
Andrés Armas, con Karpov, en el Paseo de La Playa de Las Canteras
SUS INICIOS
Se traslada de La Aldea de San Nicolás de Tolentino, de donde era natural, a Las Palmas de Gran Canaria en 1943 a los 6 años de edad. Eran momentos muy difíciles, con una guerra civil recién terminada que había marcado a toda una sociedad y en la que se necesitaba tener referentes para poder atisbar ilusión en el futuro. Andrés Armas encontró ese referente de lucha en su abuela: Carmita Díaz (1894-1983), partera del municipio aldeano y todo un ejemplo de esfuerzo abnegado para generaciones que vieron la luz del día en sus manos.
Sus primeros contactos con el ajedrez los tiene de su profesor Salvador Peña Rivero en el Hogar Mario César, más conocido como La Casa del Niño, donde estuvo desde 1945 a 1951.
Jugador de primera categoría, participaba en los distintos torneos que por aquel entonces se celebraban, entre otros, en El Círculo Mercantil. Precisamente y gracias a éstos entabló amistad con Juan Rafael Betancort, figura decisiva en el posterior devenir del ajedrez grancanario.
Fue en 1967 cuando comenzaba a despuntar en nuestra ciudad una importante afición, que tenía como uno de sus puntos de encuentro los bajos del antiguo hotel Cairasco (lugar en el que hoy se encuentra el CICCA) y del que Andrés Armas era subdirector.
Al finalizar su jornada laboral pasaba por la sala de juego a disfrutar ante el tablero, coincidiendo por aquel entonces con un selecto grupo de ajedrecistas que de alguna forma reforzaron su interés por el ajedrez. Fue a partir de ese momento cuando le ofrecieron integrarse en un proyecto con un cariz de tono más organizativo, que no ha abandonado y que le ha "reportado" el poder conocer a lo más granado del ajedrez mundial en todas sus facetas y por tanto ser poseedor de una cultura ajedrecística muy amplia.
EL PERIODISTA MENROCO
Su actividad periodística la inicia en el periódico La Provincia, coincidiendo con su incorporación a las tareas de organización y divulgación del mundo de los escaques y en el que escribe bajo el pseudónimo de Menroco.
El nombre de Menroco es una derivación, como en tantas otras palabras, de nuestra forma de hablar: El enroque es una opción que permite el juego y cuando se va a realizar se acostumbra a decir "me enroco", de ahí pues (eliminando una de las "e") el pseudónimo que más ha utilizado en sus escritos.
Prácticamente toda su labor periodística la ha realizado de manera permanente en La Provincia, a excepción de un año que la realizó en el periódico Canarias7 (1982-1983), periódico para el que hizo también la previa del partido de fútbol que enfrentó a la Unión Deportiva Las Palmas y el Bilbao en el Estadio Insular (mayo de 1983) y que significó el descenso del equipo amarillo a segunda división.
Durante los siete años de existencia de la revista Ajedrez Canario (1971-1978) fue secretario de redacción, a la vez que redactor de la misma.
Dentro de las innumerables entrevistas realizadas, queremos hacer mención a la que le hizo en 1987 en Sevilla a Florencio Campomanes (imagen de la derecha), presidente por aquel entonces de la FIDE y que coincidió con la celebración del campeonato del mundo que enfrentó a Karpov y Kasparov en la ciudad hispalense. Con anterioridad en 1972 había entrevistado para Ajedrez Canario a los grandes maestros Benko y Bronstein que dieron sus impresiones previas al famoso match Fischer-Spassky
DIRECTIVO
En tareas directivas destacar que fue secretario general de la Federación Insular de Ajedrez de Gran Canaria (1977-1985) y secretario general de la Federación Canaria de Ajedrez (1999-2010).
En la actualidad es presidente del Club de Ajedrez de La Caja de Canarias, entidad financiera en la que ha desarrollado su actividad laboral, compaginando desde 1977 sus tareas directivas y hasta su jubilación, la responsabilidad del área de ajedrez.
ORGANIZADOR
Durante 44 años ha participado, al margen de las tareas propias de promoción escolar y múltiples competiciones oficiales, en el entramado organizativo de los torneos más importantes que se han celebrado en suelo grancanario: trece ediciones del Internacional Ciudad de Las Palmas, que llegó a contar con la participación de las principales figuras del ajedrez de la época y que convirtió a Las Palmas de Gran Canaria en una de las principales capitales del ajedrez mundial, situación que tuvo el refrendo con la celebración del Interzonal clasificatorio para el campeonato del mundo en 1982.
Clásicos como el Torneo Internacional de El Corte Inglés, el campeonato de España Individual (1983) en el que se proclamó campeón el aruquense José García Padrón, Match Karpov-Morovic, Tarjeta Canaria, son otros de los eventos que han contado y siguen contando (Open El Corte Inglés) con su aportación.
Puede que se nos quede algo en el tintero, pero no nos podríamos olvidar del Super Torneo Mundial de Ajedrez Gran Canaria 96, considerado en aquel momento como el mejor torneo de todos los tiempos y mucho menos de la III Olimpiada Mundial Escolar (1995).
Como podemos ver en este improvisado "curriculum" la vinculación entre Andrés Armas y la historia del ajedrez canario no puede ser más íntima y justo es reconocer el papel que ha jugado en la misma al cubrir todas las facetas que se pueden dar alrededor del tablero, eso sí, pocos son los que le han visto jugar, pero con su aportación, con su trabajo y esfuerzo, sabiéndose rodear en todo momento de un excelente grupo de colaboradores, ha logrado algo difícil de imitar. Ahí están sus crónicas periodísticas en las que ha llevado la información a miles de hogares canarios, incluso fuera de nuestras fronteras, por eso cuando me comentaba que no era noticia suficiente para que se hablara de él, para mis adentros me pregunté: ¿Andrés realmente es consciente de la importancia que su labor ha tenido en todo lo relacionado con el ajedrez grancanario?.
Podríamos seguir escribiendo, seguro que llenaríamos páginas enteras en las que habrían cientos de anécdotas, podríamos seguir escribiendo..., para deleite del erudito y seguro que descubriríamos también cientos de vivencias, pero creo sinceramente que con tan dilatada experiencia debería partir de él, pues con sus conocimientos y el ser testigo en primera línea de esa aventura que se inició allá por 1967 no estaría de más que nos "obsequiase" con un libro que recogiera toda una vida dedicada a tan noble causa...
Higinio Medina